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Con la 'rendición' del batallón Azov en la acería de Azovstal, unos 850 soldados ucranianos neonazis, se produce lo que estaba buscando Putin, extirpar a los neonazis drogadictos, violadores y sanguinarios. Criminales que llevaban practicando un auténtico genocidio durante años contra la población ucraniana pro rusa. Un exterminio apoyado por el propio Zelenski, el cual, durante dos años antes de la invasión del ejército ruso, bombardeó el Dombass y otras ciudades del Este de Ucrania. Con base en Kiev, el batallón Azov era la mano alargada, cual SS hitleriana, del gobierno ultranacionalista de Zelenski, otro criminal de guerra que, apoyado por EEUU por intereses mercantiles y hasta conceptuales, han creado el actual desorden de las cosas.

Ningún medio pro occidental contará la versión real de esta guerra que nos está llevando, directamente, y Dios no lo quiera, a otra Guerra Mundial. Se trata del combate entre dos formas absolutamente diferentes de concebir el mundo tal y como lo hemos conocido hasta ahora. En Azovstal había más de 2500 efectivos ucranianos que, utilizando a civiles como escudos humanos, intentaban resistir a las cargas del ejército ruso, un ejército profesional que, a diferencia del batallón Azov, trata a sus prisioneros según las normas de la Convención de Ginebra y, como se ha visto tras la caída de la acería, los presos ucranianos han sido transportados en autobuses y cuidados los heridos más graves, a diferencia de lo que hacía este batallón nazi con los presos rusos, torturando, hiriendo con machetes sus genitales y disparando a las rodillas dejándolos morir tras larga agonía. Existen videos de tal crueldad que ninguna televisión ofrece en sus informativos pero que aún pueden buscarse en algunas redes sociales como Twitter.

También los medios propagandísticos decían que Rusia estaba perdiendo la guerra. Otra falacia más. Con la caída de la acería, la caída de Mariupol y otras ciudades, el triunfo de Putin está más que asegurado a pesar de haber perdido la guerra mediática en contra de su figura, la cual está siendo desvirtuada y son ya numerosos los 'fake' respecto a su salud. Burdas mentiras pero que demuestran la desesperación de acabar con su imagen ante el mundo.

EEUU y los países que bailan su comba cual perros domesticados, en lugar de apaciguar la situación, echan más gasolina al fuego, ahora con la presumible entrada en la OTAN de Suecia y Finlandia, con la torpe excusa de que así se sentirán más seguros, cuando es al revés, colocando misiles en sus fronteras cercanas a Rusia, están provocando la respuesta del oso ruso. Parece como si estuvieran pidiendo a gritos un inicio de la III Guerra Mundial. Imaginen si fuera al revés, que Rusia instalara misiles con carga nuclear en México y Canadá, apuntando directamente a Washington. Pero por mucho que yo intente explicar esto a la mayoría de mis lectores, al estar bebiendo cada día de la propaganda de guerra occidental, no ven nada más que la creencia en lo que dice el amigo americano y me tachan de amigo de Putin, cuando yo lo único que quiero es ofrecer la otra versión del otro bando en conflicto, pensar por mí mismo y entender los motivos que nos están llevando al exterminio de la raza humana con una guerra puramente comercial. Si no hay guerras, no hay ganancias, y no es por la libertad que se están invirtiendo y gastando billones de dólares en armar a Ucrania. ¿Desde cuándo Norteamérica ha protegido la democracia y libertades? ¿En Libia? ¿En Irak? ¿En Afganistán? ¿En Yemen?... y eso sin mencionar las guerras de Vietnam, Corea, etc.

Estamos peor que cuando la crisis de los misiles en Cuba en la era Kennedy y Fidel Castro con la Unión Soviética en plena guerra fría. Ahora EEUU está levantando sanciones a los amigos de Putin en Venezuela o Cuba, todo para evitar un apoyo geoestratégico a Putin. Veremos hasta dónde llega esto. También, afortunadamente, y si no hay dinero de por medio, Turquía vetará el ingreso en la OTAN de Finlandia y Suecia, evitando lo que ansia EEUU. Una gran guerra.

Pero vayamos de vuelta a la acería de Azovstal, donde se mintió diciendo se habían lanzado bombas químicas. Zelenski ya ha destituido a su comandante en jefe del ejército ucraniano. Menudo premio si decían ganarían esta guerra. Ahora lo preocupante es la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN. Las promesas de EEUU desde la época Reagan y George Bush padre de que la Organización del Tratado Norte jamás se acercaría a las fronteras con Rusia se han desmoronado. Y Borrell, cual fiel vasallo, ha advertido que, cualquier país perteneciente a la OTAN que sea atacado, merecerá una severa defensa de todos sus miembros. Lo mismo sucedió con la I Guerra Mundial. Que el asesinato de un simple archiduque provocara una guerra de tal magnitud nunca lo entendí. Pero se trataba de hundir y hacer desaparecer el Imperio Austrohúngaro, un escollo para los planes económicos del, por entonces, Imperio Británico. En geopolítica no existen casualidades, de todo aquello, con el tiempo, se creó la Unión Soviética y América se convirtió en el gendarme del mal llamado 'Mundo libre'. Eso fue con un coste altísimo en vidas humanas de un bando u otro, sin olvidar el derrumbe de la Alemania de Hitler.

El mundo, su historia, está fundamentado en la prima de intereses económicos y de poder que construyen y destruyen Estados, naciones e imperios. Sus cimientos están hechos con nuestra sangre, nuestro dolor y nuestras esperanzas. Maldigo las guerras, todas las guerras, y la III Guerra Mundial ya ha empezado con la destrucción de nuestras economías. Vendrán nuevas formas de entender el comercio, nueva moneda y desaparición de los billetes de banco. Se nos tendrá así más vigilados, imposible sustraerse a engañar a Hacienda y desaparición del dinero negro. Los trabajos, o estarán hechos por máquinas o por esclavos. Y tendremos un tiempo de vida limitado, el justo mientras seamos productivos al engranaje. Después, la eutanasia, más barata que pagar pensiones o internados para ancianos. La gente ya no leerá pues se evitará el pensamiento racional propio, lo que nos diferencia de la manada. Y tenderemos a una sociedad como la china, donde lo que prima es el bien común de la colectividad en lugar del bien propio.

A todo ello nos está empujando esta guerra con Ucrania, un país que a nadie importó durante décadas y que, ahora, todo el mundo 'ama'. Un ejemplo de cómo la política prima contra el talento lo vimos en Eurovisión. Ganó premiar a los jóvenes desertores de las bayonetas, que prefirieron cantar una canción a luchar en las trincheras, superando en votos al talento de una Chanel que quedó en un tercer lugar. También, al enemigo ni agua, y por ello han vetado estos 'demócratas' al Ballet de Bolshoi, a cantantes de ópera rusos, a tenistas y la rusofobia campa a sus anchas. Y nosotros vemos 'normal' toda esta manipulación. Yo, mientras tanto, aprovecho que aún puedo escribir en libertad, pero sé que, si todo esto llega a la gran guerra, no podré hacerlo bajo sospecha de espía ruso y acabaré como Lorca, fusilado y enterrado en una cuneta. Pero mientras llegue ese día, doy gracias a mi periódico por dejar escribir lo que otros no se atreven a escribir. Pues en la diversidad de opinión reside la verdadera libertad de prensa. Me alegro de que el batallón nazi Azov, haya mordido el polvo y espero tengan, un día, su propio juicio de Núremberg.