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Hoy transformaremos esta columna en una enorme pancarta electoral con la vista atrás. Es difícil no perder la cuenta de los cargos de Podemos que voluntariamente desafían la ley o se muestran poco ejemplares, a pesar de lo cual aún tenemos que soportar que pontifiquen como si fueran políticos inmaculados. No están todos los que son, pero son todos los que están. Empecemos. Aurora Jhardi ha visto confirmada por el TSJIB su condena por prevaricación. Fuera. Aligi Molina fue condenado por asaltar violentamente el despacho del conseller de Educación del Govern. Fuera. La directora de Igualdad del Consell de Mallorca, Nina Parrón, fue condenada por acusar de «apología del terrorismo machista» al presidente de una asociación de padres separados. Fuera. Xelo Huertas y Montse Seijas, fueron acusadas por su propio partido de corrupción. Fuera. Sonia Vivas, acusada de mercantilizar el Orgullo LGTB y de favorecer a la empresa organizadora, de una amiga suya. Fuera. El portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, descubierto sin pagar la seguridad social de su asistente personal. Dentro. Sólo nos faltaba el regidor de Cort, Alberto Jarabo, fumándose un piti en la terraza de un bar de la ciudad que no deja fumar ni en las terrazas. Fuera fumaba, claro. Y encima lo negaba mintiendo, al más puro estilo de la vieja política. Vaya jeta, Alberto. ¡Fuera!