Se me hace muy difícil escribir estas palabras porque la pena siempre te invade cuando pierdes a alguien querido y Pedro, sin duda, lo era para todos los que le conocíamos. Pedro era buena persona, ayudaba siempre a todos aquellos que se lo pedían, pero tenía otra enorme virtud: ayudaba a crecer y a ser mejores a quienes le rodeaban. Eso le daba un tipo de liderazgo especial, el que sólo consiguen los grandes de verdad. Pedro no necesitaba figurar, él se conformaba con saber que había ayudado, nunca pedía que apareciese su nombre; su satisfacción era personal, para él y para los que sabíamos cuánto nos había ayudado. Personas así no abundan. Ha ayudado a la Asociación Española Contra el Cáncer en numerosas iniciativas, como el tercer Congreso de Personas con Cáncer que celebramos en Inca, su casa y en el que contamos con su valioso testimonio y apoyo. Nuestra gratitud eterna Pedro en nombre de los pacientes y sus familias, por tanto.
A mi amigo Pedro Pascual
27/02/23 0:29
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El Sol se oculta entre tonos naranjas, rojizos, violetas. Y mis ojos se anegan de amarga tristeza Porque sé que mañana no habrá amanecer. El Sol ya se fué, Don Pedro también, todo lo que existe se vá a oscurecer. Todos los colores apagan su brillo, se duermen por siempre, cierran el pestillo. Se acaban los viajes de ida y de regreso, ya solo hay boleto sencillo. Las lágrimas vienen del mar Las islas Baleares le dotan de sal. Ayer murió mi amigo Pedro Pascual Gual, el único ser a quien el dinero no pudo vencer, el único hombre fiel a su mujer, el único empresario buen obrero, el único rico generoso, el único hotelero respetuoso, el único arquitecto no vicioso... El Sol ya se ocultó, pero una Supernova apareció, tal vez sea Don Pedro que llegó a su destino con un nuevo proyecto en su portafolio.