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Hoy es la famosa noche de Sant Joan, mágica a más no poder y cargada de rituales y tradiciones, pero que a fuerza de festejos playeros y jaleo con hogueras, casi nadie sabe lo que se celebra, y eso precisamente deber ser lo que la hace tan mágica. Si sabes a qué viene la juerga multitudinaria, la brujería se disipa y se vuelve casi municipal. Según el calendario, parece que celebramos a San Juan Bautista, que es mañana, pero como un santo cristiano muy festivo no es, lo normal es optar por el paganismo y conmemorar el solsticio de verano, que en realidad ya fue el miércoles pasado. Jo, qué noche. Ni una cosa ni otra; dos explicaciones y ninguna buena. Que es, lo han adivinado, donde está la magia nocturna.

Además, como probablemente saben, el solsticio marca el momento de máxima inclinación del eje terráqueo hacia el sol, es decir, cuando todos estamos más torcidos, los días son más largos (se trabaja más que nunca, qué fatiga), y las noches tan breves que apenas dan tiempo a leer un buen relato de terror, o lo que sea que haga la gente para darse un gusto por la noche. ¿Es esa brevedad vital lo que celebramos hoy? ¿O es el hecho misterioso de caminar torcidos por un plano inclinado? Es igual, lo que sea, qué más da. Cuando esta Nit de Sant Joan se hizo pagana, incluso había sacrificios humanos, conjuros, invocaciones al demonio y cosas por el estilo, sustituidas ahora por ritos, tradiciones, bailes, música y fogatas. Y deseos; creo recordar que para festejar esta noche tan señalada conviene tener deseos.

Cuando yo vivía en es Coll de’en Rabassa, frente al mar, y la Nit mágica de marras me llegaba hasta la barandilla de la terraza, y a veces la rebasaba, pensaba que esta era una fiesta de chicas, también de señoras muy cascabeleras. Ahora, como gracias a Dios no tengo deseos, lo que me inhabilita para entender estas antiguas tradiciones, ya no estoy seguro de eso. Quizá fueron alucinaciones de una mente torcida por el solsticio y el calor. Cosas de paganos. En tanto que pagano de avanzada edad, yo hoy me iré a dormir con el ventilador, y seguramente leeré hasta altas horas algún relato con monstruos. Pero ustedes aprovechen. Diviértanse mucho. Feliz noche.