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Hace una semana el nuevo conseller d’Educació, Antoni Vera, anunciaba el cierre del anexo del instituto Xarc, en Santa Eulària, porque era un riesgo para la integridad de los alumnos y profesores. No es la primera vez que se tenía constancia de esta situación en Ibiza ya que los propios estudiantes, con el apoyo de los docentes, protestaron sobre la situación en ruinas de parte del centro. El portavoz de los estudiantes acaba de anunciar que intentaron sin éxito que el anterior conseller d’Educació, el socialista Martí March, acudiese al instituto para comprobar la mala situación del centro. En una guardería de Ibiza los alumnos llegaron acudir con casco por el miedo a que unos ventanales en mal estado se les cayese a alguno en la cabeza. Del estado en ruinas de los centros educativos en Ibiza y Formentera, eso sin hablar de la falta de profesores por el tema de la vivienda, han protestado bastante los sindicatos, nada sospechosos de ir en contra del anterior Govern, así como las asociaciones de padres.

Pues bien, en lugar de asumir que en Ibiza se ha invertido menos en centros educativos que en el resto de islas el desnortado grupo socialista en el Parlament acusa al actual Govern de «hacer alarmismo» porque esgrimen que no había ningún informe que aconsejase que se cerrase el anexo del instituto Xarc. Hasta el exalcalde de Ibiza, el también socialista Rafa Ruiz, ha exigido a Prohens que dé explicaciones de dicho cierre. Hasta los propios estudiantes del instituto han publicado fotografías en las redes sociales donde se ve que una malla de hierro se colocó como protección para que no cayesen trozos de techo sobre los alumnos, además de otras anomalías que evidenciaban que el centro estaba parcialmente en ruinas.

No sé ya si es más preocupante la mala gestión educativa del Govern saliente, al menos en Ibiza, o la irresponsabilidad de un grupo parlamentario que, en contra de criterios técnicos, critica el cierre de un anexo de un instituto que todo el mundo sabe que es un peligro para la seguridad. Si es esto lo que nos espera de la oposición Prohens puede estar tranquila lo que resta de legislatura, pero el tiempo ha demostrado que, más allá de la propaganda de los fracasados gurús de Armengol y la ideología, la gestión en ocho años dejaba mucho que desear. Y lo que llegaremos a saber en los próximos meses.