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En los últimos días se ha sabido que el número de pisos de alquiler ha disminuido algo más de un 30 por ciento en España. Y todo gracias a la ley de la vivienda que aprobaron para conseguir el efecto contrario, es decir, que hubiese más viviendas en alquiler y, sobre todo, a precios más económicos mediante una serie de medidas que evidentemente no han servido para nada.

No hay nada peor que un gobierno que hace leyes desde la ideología, el sectarismo más rancio, y sin aplicar el sentido común en base a la realidad. Y es realmente preocupante que durante todos los meses que se tramitó la ley de la vivienda no hablasen con los propietarios de pisos de alquiler, que son al fin y al cabo los que tienen la sartén por el mango para solventar el problema.

Hay casos realmente indignantes para que la gente entienda el motivo por el cual un propietario prefiere tener un piso cerrado en lugar de alquilarlo. Conozco a una persona cuyo inquilino hace un año que no le paga. El propietario no es un despiadado y malvado gran tenedor porque solo tiene esa vivienda, cuyos ingresos los utilizaba para pagar la hipoteca que, a la vez, se había ampliado hace años para poder hacer reforma y acondicionar el inmueble de alquiler.

La deuda del inquilino roza los 8.000 euros y hace meses que no da señales de vida. Evidentemente el propietario ha tenido que recurrir a los servicios de un abogado y un procurador para iniciar los trámites del desahucio. Y para ello ya lleva invertidos unos 2.000 euros, que si se suman a los 8.000 que le adeudan hacen un total de 10.000 euros. A partir de ahora depende de la voluntad del juez que le pueda tocar, pero es difícil que recupere el dinero que ha dejado de cobrar durante este último año. Tampoco parece probable que el inquilino pueda pagar las costas del proceso legal y es un interrogante cuándo podrá recuperar su vivienda. La segunda parte también puede resultar realmente dramática. ¿Cómo se encontrará la vivienda una vez recupere las llaves? Normalmente los inmuebles necesitan miles de euros de inversión para ponerlos al día y arreglar los desperfectos.

Mi amigo dice que estará una larga temporada en alquilar el inmueble y que si lo hace solicitará un seguro de impagos al nuevo inquilino, pero lo más seguro es que la vivienda esté mucho tiempo cerrada a cal y canto. Ejemplos como este hay a miles todos los días en los juzgados de Balears, pero no he visto a ningún político preocuparse por estas cuestiones, en entender el motivo por los cuales el propietario prefiere cerrar su inmueble antes que alquilarlo, a pesar de que su intención es sacar un rendimiento económico con la propiedad. A pesar del fracaso de la nueva ley no he oído que nadie tenga intención de dimitir. Por el contrario, todo parece indicar que habrá que mantener a estos políticos fracasados otros cuatro años.