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En 2021 Gabriel Mulet Panizza (Palma, 1967) aportó una mirada crítica sobre la obsesión de la sociedad actual con las nuevas tecnologías y la tela de araña de las redes sociales.

Frente a la adicción, envolvente y seductoramente atrapante que destilan estas plataformas, el alto ejecutivo de Coca Cola que expresa su fecundo y efervescente mundo interior a través de la pintura, la música y, ahora, la literatura, propugnó «disfrutar de la vida y del momento». Saborear cada instante.

Gabriel Mulet, que transita ente el ‘carpe diem’ y el ‘beatus ille’, busca el silencio. Sin que sea contradictorio, practica la meditación y también pinta con vehemencia, utilizando el color de forma salvaje.

Usa un nuevo lenguaje fauvista, de colores puros y audaces, con el que regresó en 2015 a los orígenes para salir de la vorágine diaria y volver a la fertilidad de la madre tierra. Pau Faner destaca «la carga de violencia, originalidad y sinceridad de sus pinturas, que son ingredientes de las buenas obras de arte».

Como músico, Mulet Panizza encabeza la aventura Labios de Bourbon, con temas madurados en barrica de roble, un peculiar aroma a blues y rock sureño, y matices country-western. Ahora da un paso más para adentrarse en los espacios de la ficción literaria. Lo hace con su primera obra, La trama Schäfer, que ha tardado más de una década en escribir.

Conozco hace años a Gabriel Mulet. Esperaba esta obra, una novela negra donde el periodismo de investigación adquiere su pleno sentido y significado para adentrarnos en la corrupción y la delincuencia organizada en el mundo del arte. Un thriller cuyos ingredientes son el suspense y la crítica social con una historia bien trabada que navega desde Viena hasta Berlín.

Proclama Mulet Panizza que «la vida pueden ser muchas vidas, y yo las quiero vivir todas». Con la literatura descubrirá vidas infinitas.