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Afirma el general menorquín Luis Alejandre Sintes que «la incompetencia lleva a la arbitrariedad, quizás más nociva incluso que la desigualdad y la insolidaridad, y consecuentemente, a la corrupción».

Es una de las reflexiones de Alejandre tras la lectura del ensayo Psicología de la incompetencia política, que acaba de publicar el Gonzalo Adán, oficial del cuerpo de Psicología Militar, director de Sociométrica y del Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES).

En este libro de 360 páginas, su autor explica «cómo y por qué nos gobiernan corruptos, inmorales, mentirosos o enfermos mentales». Y también cómo hemos llegado a acostumbrarnos a que los políticos mientan, nos mientan cada día.

El exjefe del Estado Mayor del Ejército, que lidera hoy la recuperación del hospital británico construido el siglo XVIII en la Illa del Rei del puerto de Maó, comparte el mismo Sintes materno que el del premio Nobel Albert Camus Sintes.

Alejandre concluye que el ensayo de Gonzalo Adán constituye un alegato a la urgente necesidad de «cribar» a los candidatos que aspiran a puestos políticos, antes de entregarles poderes y responsabilidades. Porque «existen personas con ciertos tipos de personalidad que encuentran en la política un sistema de refuerzos y recompensas muy potente relacionados con el uso del poder y los privilegios que ello comporta: fama, influencia, red de favores, puertas giratorias y placeres materiales, que les atrapan como si de una droga se tratara».

La resistencia a abandonar los cargos es enorme, y, necesariamente, vendrá la consiguiente corrupción para sostenerlo todo. Adán, a quien conozco hace años, es un hombre mesurado, que no cae en la generalización. Precisamente por ello, dedica este libro a «unos políticos honestos, justos, eficientes, sensatos y equilibrados, que, aunque no lo parezca, son mayoría».