Durante la primera posguerra, el franquismo implementó un sistema de control de precios y cantidades producidas. La idea que sostenía esta política era que el Estado podía disciplinar a los agentes sociales controlando los mercados. Los agricultores estaban obligados a vender la producción de algunos tipos de cultivos (cupos de entrega obligatoria) al organismo interventor a un precio tasado. Esta Agencia establecía la cantidad que se debía producir por superficie cultivable y a qué precio se debía vender cada producto. A veces se fijaban precios muy bajos para beneficiar a los consumidores. Esto provocó que se redujera la oferta en el mercado oficial, puesto que muchos productores tuvieron la posibilidad de desviar la producción hacia un mercado paralelo -un mercado negro- en el cual las operaciones se llevaban a cabo a precios muy superiores. Es la conocida época del ‘estraperlo’. La escasez en el mercado oficial fue tal que las autoridades franquistas tuvieron que racionar el consumo mediante cartillas de racionamiento. Con los productos básicos a precios astronómicos, la sociedad española vivió una situación límite marcada por la escasez, el hambre y la penuria. La de los cuarenta es, de lejos, la peor década que ha vivido este país en su historia contemporánea.
Enriquecerse con la penuria de la gente
Palma21/03/24 0:30
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1 comentario
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Gran article. I per colmo, la gent, en lloc de denunciar la falta d'ètica, se baralla dient "els teus són pitjors" i intenten justificar "els seus". Hem d'aprendre que no hi ha "nostres" ni "seus", som els d'abaix contra els de d'alt. Si has de treballar per viure, ets classe treballadora, obri els ulls ja i deixa de defensar partits