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Una joven de 22 años apareció muerta la noche del domingo en su domicilio de Godella (Valencia) con signos de violencia en su cuerpo. En un principio la policía sospechó que el causante de las lesiones fue un perro propiedad de la joven, por lo que el animal fue trasladado a la perrera y se colocó un cartel en el que se lee que el perro «está implicado en un crimen». Pero horas después se supo que las lesiones por mordedura de perro que presentaba el cuerpo de la joven se produjeron con posterioridad al fallecimiento de la chica, informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía. La joven fue encontrada muerta en su casa del número 3 de la calle Burjassot de Godella junto a un perro «pit bull».

Los investigadores esperan conocer el informe completo de la autopsia para averiguar si la muerte es de carácter criminal. El perro, un «pit bull» de unos seis meses llamado «Tyson» no era considerado agresivo por Fina Jiménez, una de las vecinas de la joven fallecida. Preguntada sobre un posible ataque del perro, la vecina indicó que «no lo veía agresivo como para hacer eso», mientras que, para otro de los vecinos, un hombre que no quiso identificarse, la muerte de la chica fue obra de «alguien que estaba con ella». Este vecino relató que se oyó ladrar al perro y de pronto se escuchó la voz del novio de la chica, que decía, «has sido tú, Tyson».