El crimen ocurrió en un piso de la calle Ruiz de Alda, frente a la Jefatura del Cuerpo Nacional de Policía.

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José María C.M., encarcelado por el asesinato del empresario Pedro Estarellas, ocurrido en Palma en octubre del pasado año, fue ayer excarcelado para efectuar a petición propia una ampliación de sus declaraciones ante la juez que incoa el sumario del caso. José María, que en una anterior declaración se declaró autor material del asesinato, aseguró ayer ante la juez y en presencia de su abogado Eduardo Valdivia, que la noche del crimen se llevó la caja fuerte que había en el piso donde residía Pedro Estarellas.

José María C.M. añadió ante la juez que posteriormente abrió la caja fuerte y se apoderó de cuatro millones de pesetas que había en su interior. José María relató el lugar, más o menos exacto, donde arrojó después la caja fuerte. Esta declaración tiene que ser ahora investigada y confirmada por la policía. En las próximas horas se procederá a buscar la caja fuerte en el lugar indicado por el hombre que ha confesado el crimen de Pedro Estarellas. En una anterior declaración, en la que entró en varias contradicciones, José María C.M. se exculpó primero del asesinato e implicó a Sebastián B. Después dijo que fue él el que subió al piso, esperó en el cuarto de contadores la llegada de Pedro Estarellas, y una vez dentro del domicilio le mató, añadiendo que un tercer implicado le esperaba fuera, en la calle.

José María ha confesado que tenía una pistola de balines cuando el empresario llegó a su casa, al que empujó cuando abría la puerta. Una vez dentro le golpeó en la cabeza con la culata del arma hasta dejarle inconsciente. Sobre la procedencia del arma José María ha declarado que se la entregó Pedro P., y que éste la tenía porque se dedicaba a cobrar deudas relacionadas con el tráfico de drogas. El hombre que se ha confesado autor del asesinato dijo en principio que sólo se había apoderado de doce mil pesetas que encontró en el piso de la víctima. Pero personal alegadas a Pedro Estarellas y los propios investigadores siempre sospecharon que había una importante cantidad de dinero en el piso, que nunca se encontró.