Una azafata de 26 años muere en un incendio en su casa de Cala Estancia

Pasadas la una de la madrugada una vecina advirtió un intenso olor a quemado y al asomarse por la ventana de su casa, en el edificio Los Pinos, de la calle Pins número 7, descubrió que el piso de Chantal estaba envuelto en un espeso humo. Los equipos de emergencia, coordinados por el 112, se desplazaron hasta esa dirección pensando que la vivienda estaba desocupada en esos momentos y de hecho se encontraron con la puerta de entrada cerrada. Al final, los bomberos accedieron al inmueble y, en primer lugar, procedieron a airearlo, ya que todas las ventanas estaban cerradas y había una gran cantidad de humo acumulado. Cuando llegaron a la habitación se encontraron un cadáver sobre la cama, con el rostro y las manos quemadas.

Inmediatamente el caso pasó a manos del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía, que envió a un grupo de investigadores hasta los apartamentos Los Pinos. Los inspectores permanecieron en el piso durante más de una hora, realizando una completa inspección ocular para esclarecer lo ocurrido y descartar que la muerte no hubiera sido accidental. Por la mañana la autopsia confirmó que Chantal había fallecido asfixiada mientras dormía. La víctima llevaba tres semanas viviendo en ese edificio y hace unos días perdió a su gato. Al encontrarlo de nuevo decidió cerrar de noche todas las ventanas para que no se escapara y, a la postre, esa circunstancia le costó la vida.