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Los investigadores llevaban un tiempo detrás de esta banda de rumanos, ya que en los últimos meses de verano se habían recibido decenas de denuncias que evidenciaban un mismo modus operandi y que la Guardia Civil atribuyó a unos únicos delincuentes.

De acuerdo con los datos facilitados ayer por la Oficina Periférica de Comunicación (OPC), Cosmin Marian R., de 22 años; Artenie Silviu T., de 39 y Mioara Raluca N., de 22, llegaron a Mallorca el pasado 15 de junio, con el único objetivo de reventar los cajetines de las cabinas de Telefónica. Desde su llegada hasta esta última semana, cuando fueron apresados, se dedicaron a recorrer los núcleos turísticos en un coche de alquiler, principalmente Muro, Alcúdia, Calvià, Santa Margalida, Andratx, Sant Llorenç y Capdepera.

Provistos de taladros, ganzúas y brocas localizaban una cabina y la sometían a discreta vigilancia. En cuanto se presentaba la ocasión la forzaban y se apoderaban de las monedas. De esta manera llegaron a violentar hasta 99 teléfonos públicos y obtuvieron de manera ilícita 16.000 euros (casi tres millones de pesetas).

Además, ocasionaron daños a la empresa Telefónica por valor de 21.000 euros. La banda se alojaba en un hostal de Cala Rajada y parte del botín obtenido lo remitían a su país por giro postal, a fin de contentar a los jefes de su organización mafiosa. Al acabar su particular «agosto» mallorquín tenían previsto abandonar la isla en busca de otros destinos atractivos.