El cuartel de Sant Ferran dispone de 15 cámaras de seguridad. | Alejandro Sepúlveda

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Los máximos dirigentes de la Policía Local de Palma no daban crédito a lo sucedido. Al parecer y, según confirmaron a Ultima Hora fuentes oficiales del cuerpo policial, uno de los trabajadores que realizaron la instalación del circuito cerrado de vigilancia y seguridad del cuartel de Sant Ferran, en Palma, fue detenido hasta en tres ocasiones diferentes por la misma policía.

Con la finalidad de modernizar la seguridad del recinto policial, el Àrea de Seguretat Ciutadana de la Policía Local de Palma decidió realizar una reforma integral en los sistemas de vigilancia e incorporar un total de entre 10 y 15 cámaras en diferentes zonas del edificio.

Durante los días que se realizaron los trabajos de instalación del cableado, colocación de los terminales, supervisión y adecuación del sistema, uno de los operarios que estaba realizando el trabajo, con libre acceso por todas las instalaciones, fue detenido hasta en tres ocasiones por agentes de la misma Policía Local de Palma.

El detenido, un hombre cuya identidad no ha sido facilitada y de origen sudamericano, fue arrestado por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas, provocar un accidente y conducir totalmente ebrio y, finalmente, conducir sin haber obtenido el carnet de conducir.

La Policía Local, nada más conocer la noticia, tomó cartas en el asunto y comunicó a la empresa contrata los hechos y le prohibió al operario la entrada en el edificio municipal.

Desde la jefatura policial reconocen los hechos y manifiestan que, «nada más tener conocimiento de los actos delictivos se tomaron las medidas pertinentes y se prohibió la entrada al implicado. En ningún momento, repito, en ningún momento se ha puesto en peligro la seguridad del edificio dado que se trata de un sistema de seguridad cerrado y la única manera de acceder es desde los ordenadores del recinto policial. Es más, las alarmas están conectadas a nuestra central y no pasa nunca por una central de alarmas», concluyen.

El dispositivo de vigilancia y seguridad del cuartel de Sant Ferrant, en Palma, está integrado por aproximadamente 15 cámaras.

Las mismas están ubicadas en lugares estratégicos de la instalación municipal. Los accesos de entrada y salida del edificio, tanto en su puerta delantera, lateral y patio son controlados por cámaras de alta tecnología y visión nocturna. La puerta del garaje por donde entran y salen los vehículos policiales también cuentan con varias cámaras.

El resto, se distribuyen por las zonas catalogadas de alto riesgo; el armero (sala donde se encuentran las armas y munición oficial de los policías), la jefatura de mando y los calabozos son algunas de las principales. Todos los dispositivos de captación de imagen son remitidos a un ordenador central cuyo cometido es grabar la señal y almacenarla el tiempo necesario para su seguridad.

Fuentes policiales confirman que, «de manera legal, es imposible que nadie acceda a nuestro sistema, pero si alguien lo hiciera estaría cometiendo una ilegalidad y será perseguido por la Ley», concluye.