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Un lotero de Palma fue abordado en la tarde noche del lunes y un desconocido le sustrajo décimos de la lotería y dinero en efectivo por valor de 42.000 euros. El Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local están buscando al sospechoso, que cubría parcialmente su rostro con un pañuelo estilo palestino.

Sobre las nueve menos cuarto el lotero se encontraba en la antigua plaza de Teniente Coronel Franco, en la barriada palmesana de Son Gotleu, al volante de su turismo. Junto a él llevaba un maletín, con dinero en efectivo y décimo de lotería, todo ello valorado en 42.000 euros.

De improviso, se le acercó un peatón que le indicó, por señas, que tenía una rueda pinchada. El hombre receló de él y arrancó el vehículo sin hacerle caso. A los pocos metros se detuvo en un semáforo que estaba en rojo y entonces, dudando sobre el estado del neumático, decidió apearse y comprobar qué pasaba.

Lo que no sabía el lotero es que el sospechoso seguía en las inmediaciones, al acecho. Acudió corriendo hasta el semáforo, se introdujo en el coche y segundos después huyó con la lotería y el dinero en su poder. La víctima salió detrás de él, pero le perdió la pista poco después. Las patrullas de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía fueron alertadas del robo millonario y dieron una batida por las inmediaciones, en busca del sospechoso. Según los datos facilitados por la víctima, podría ser magrebí.

El dispositivo de búsqueda fue infructuoso y después el lotero se trasladó hasta la Jefatura de Policía, en la calle Ruiz de Alda, para interponer la correspondiente denuncia. El CNP se ha hecho cargo de las pesquisas y ayer todavía no se habían practicado detenciones.

Los investigadores creen que el ladrón había seguido al lotero o que, al menos, le había espiado en algunas ocasiones, por lo que conocía sus movimientos. El método de la rueda pinchada es muy habitual en la Península, sobre todo en Madrid o Barcelona, y en Mallorca hace algunos años que también se está implantando, por parte de algunas organizaciones delictivas. Consiste en que un desconocido se acerca al conductor y le advierte de que ha pinchado un neumático. Mientras el sorprendido conductor se apea, el otro mete la mano por la ventanilla y se apodera del bolso o maletín.