En la Plaça d'Espanya de Andratx se concentaron numerosos vecinos para condenar el suceso y rezar por la pequeña Ainhoa.

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La pequeña Ainhoa de 8 años de edad que falleció presuntamente por una brutal paliza recibida por parte de su progenitora le contó, días antes de su muerte, a una de sus mejores amigas de colegio donde cursaba estudios que «su madre le pegaba».

Este punto, según fuentes de la investigación a la que ha tenido acceso Ultima Hora, está siendo investigado por los agentes responsables del caso. Todo apunta a que la declaración de la menor podría añadirse como un testigo más a la instrucción judicial con la finalidad de demostrar que Antonia M.D., maltrataba a su hija y que no se trató de un accidente como quiere hacer creer la acusada.

La detenida, Antonio M.D., se quedó embarazada a los 20 años de edad. Dos años después, el padre biológico de Ainhoa se marchó y la custodia de la menor se la quedó su madre.

Antonia, según información policial, tenía una vida muy desordenada y los abuelos maternos se tuvieron que hacer cargo de la pequeña.

Los partes médicos previos a la agresión fueron por enfermedades comunes, es por este motivo que no levantó sospechas entre los facultativos que atendieron a la menor.

Los abuelos también destacaron que su hija, desde muy jovencita en algunas ocasiones abandonaba el domicilio familiar y desaparecía varios días, incluso tuvo algún problema con las drogas.

A principios del mes de julio del año 2010, Antonia se marchó a vivir con su actual pareja sentimental, Miguel Àngel G.L., al domicilio donde se produjeron los hechos, sito en el Coll d'En Rebassa de Palma.

Hasta la pasada Semana Santa los abuelos no tuvieron noticia de la madre de Ainhoa y la pequeña hacía su vida normal en Andratx. Fue entonces cuando Antonia se presentó en casa de sus padres y les contó que había conseguido un trabajo (le duró 15 días) y que había iniciado una relación con un chico.

A partir de ese momento, la niña cursaba estudios entre semana en Andratx, pero algunos sábados y domingos su madre y el padrastro se la llevaban con ella al domicilio de Palma.

A mediados del mes de abril, los abuelos maternos comienzan a tener las primeras sospechas de que la menor podría ser víctima de malostratos. De hecho, en cierta ocasión se presentó la niña con una muñeca lesionada y al ser interrogada Antonia por sus padres ella les dijo que la niña se había caído jugando en casa.

Posteriormente, al siguiente fin de semana la menor volvió nuevamente con algunos hematomas y golpes, pero la madre se negaba a que fuese al médico alegando que la niña era sonámbula y que se pegaba golpes mientras dormía.

La sacó del colegio

El día 9 de junio, aprovechando que los abuelos habían dejado a la pequeña Ainhoa en el centro escolar, una hora más tarde, se personó la madre en el colegio y solicitó entrevistarse con la directora. Acto seguido, le comunicó que ella tenía la custodia y que quería llevarse a su hija a un colegio de Palma. Esa fue la última vez que la niña acudió al colegio Vinyet.

La agresión mortal, según una exhaustiva investigación realizada por el Cuerpo Nacional de Policía se produjo sobre las tres de la madrugada del sábado 18.

Ayer por la noche, en Andratx, se sucedieron las muestras de apoyo a los familiares. En las escaleras de la iglesia se realizó un pregaria y rezó por el alma de Ainhoa.