Imagen del Terrier instantes después de atacar al otro can.

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Un American Staffordshire Terrier, perro de raza potencialmente peligrosa, provocó escenas de nerviosismo en Cala Bona al escaparse de su dueña, morder a un transeúnte, atacar al perrito que estaba paseando, matarlo y destrozarlo.

Los hechos se produjeron a las 08.25 horas de ayer en Cala Bona, término municipal de Son Servera. Varias llamadas alertaron a la Policía Local del municipio de que un perro potencialmente peligroso estaba suelto y que había atacado a una persona.

Rápidamente, una patrulla acudió al lugar e intentaron atrapar al animal, pero debido al estado agresivo del can les resultó imposible detenerlo. Tras solicitar apoyo a la Unidad de Medio Ambiente consiguieron acorralar al Terrier e introducirlo en uno de los vehículos oficiales con grandes dificultades debido al estado de agresividad del animal.

Al parecer, un vecino de la zona de unos 50 años de edad estaba paseando a un perro pequeño de avanzada edad y movilidad reducida. En un momento dado, a una chica que paseaba un American Staffordshire Terrier se le escapó el animal, se abalanzó sobre el perrito, lo mató de un mordisco y lo destrozó. El varón intentó evitarlo y el can de raza potencialmente peligrosa le asestó un mordisco. En ese instante, la dueña del Terrier, al ver lo sucedido, emprendió la huida.

Por su parte, el vecino agredido fue trasladado urgentemente a una Punto de Atención Continuada (PAC) del municipio donde fue atendido de sus lesiones.

La Policía Local de Son Servera sigue realizando gestiones para tratar de averiguar lo sucedido, habiendo puesto en cuarentena al animal hasta que se clarifiquen los hechos y se localice al legítimo propietario.

Nada más producirse el incidente, el regidor de policía, Pep Campins, se desplazó hasta el lugar del suceso para interesarse por lo ocurrido y auxiliar a la víctima.

Las primeras investigaciones apuntan a que la chica que llevaba el perro es la novia del propietario del mismo, que se lo dejó para que lo sacara a pasear. Ahora, el legítimo propietario del animal se enfrenta a una dura sanción económica y se le podría pedir responsabilidad penal.