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Magdalena Rodríguez Segura, la mujer de 76 años herida muy grave en el incendio de su casa en la calle Manacor, falleció ayer tarde en el hospital. Su nieto, Daniel Segura Barnava, de 31, permanece hospitalizado en estado crítico. La Policía Científica de la Jefatura de Palma inspeccionó ayer el piso devastado de la calle Manacor y concluyó que el fuego se inició en la sala, de forma accidental.

Fuentes sanitarias explicaron que la dueña del piso se encontraba ingresada en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) del hospital de Son Espases, sedada y con respiración asistida. Su estado era muy grave. Por la tarde se produjo el fatal desenlace y murió. El nieto, que vivía con ella en el número 36 de la calle Manacor, está hospitalizado en la UCI de Son Llàtzer, en estado de coma e inestable hemodinámicamente. Se teme por su vida.

Los bomberos de Palma y la Policía Científica están llevando a cabo la investigación oficial para aclarar las causas del incendio, que se declaró el domingo por la tarde en aquel sexto piso.

La tarde noche del siniestro, fueron los bomberos los que inspeccionaron la vivienda, en busca de pruebas. Y ayer por la mañana fueron los agentes de la Policía Científica los que regresaron a la casa y buscaron el origen del fuego, entre otros detalles.

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En la sala

Uno de los datos que ha trascendido es que el fuego empezó en la sala comedor y que las llamas se extendieron muy rápidamente porque los sofás y sillones eran altamente combustibles.

Así pues, se formó una tremenda humareda en el interior de la casa, que cogió por sorpresa a la abuela y su nieto. Daniel intentó llegar a la puerta, para pedir ayuda, pero se desplomó en el pasillo. La mujer de edad ni siquiera pudo intentar escapar. El humo la aturdió y quedó inconsciente, inhalando esa sustancia mortal. Cuando los UII (Unidad de Intervención Inmediata) de la Policía Local tiraron la puerta abajo con un mazo, los dos familiares se encontraban en estado de parada respiratoria. Durante más de una hora los médicos les realizaron masajes cardíacos y otras técnicas de reanimación, y consiguieron remontar los dos casos.

Los equipos de emergencia montaron sendos dispositivos de alerta verde para agilizar al máximo la llegada de las ambulancias a los hospitales. El estado de ambos no hacía albergar muchas esperanzas.