El detenido, al salir de los juzgados para ser llevado a prisión. | Alejandro Sepúlveda

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Xisco está en la cárcel pero de los 800.000 euros no suelta prenda. El vigilante de seguridad del aeropuerto detenido por la sustracción de una saca llena de dinero dentro de un envío de cinco que llegaron a Palma en un vuelo desde Maó ingresó ayer en prisión por orden del juez de guardia.

El vigilante, hasta ahora el único detenido por el robo del dinero, ratificó ante el juez que fue él quien se llevó la saca. Sin embargo, su confesión va acompañada de una confusa historia sobre el destino del dinero. Xisco afirma que no sabe dónde están los 800.000 euros. Ratificó ante el juez una versión similar a la que había ya dado ante la Guardia Civil. Señaló que una vez se hizo con las sacas las dejó en un lugar seguro y que fue con su pareja a Son Banya. Después asegura que pierde el rastro del dinero.

Al no haberse recuperado el dinero, el juez de guardia dictó el ingreso en prisión incondicional del acusado, al que se imputa un delito de apropiación indebida.

El dinero robado formaba parte de un envío especial de fondos que se llevó a cabo el pasado jueves entre Maó y Palma, donde se comprobó que faltaba una de las cinco sacas transportadas en avión.

Vigilante

Una vez los agentes de la Guardia Civil encargados del caso confirmaron que todas las sacas habían sido embarcadas en el avión, que llegó a Son Sant Joan por la tarde, centraron sus pesquisas en la descarga y transporte del dinero en el aeropuerto mallorquín.

La pareja del acusado, con quien dice que fue a Son Banya también ha sido interrogada por agentes de la Guardia Civil que sospecha que existen otras personas implicadas en el robo, uno de los más importantes producidos en los últimos tiempos en Mallorca.