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La crisis sigue matando. Un vecino de Calvià, de 68 años de edad, se quitó la vida por una deuda privada que le había supuesto el embargo de su casa. Ayer por la mañana, su hijo encontró el cadáver, con una bolsa en la cabeza y junto a una nota en la que explicaba las causas del suicidio.

Los hechos ocurrieron en una vivienda del municipio, sobre las once menos cuarto de la mañana, cuando el hijo entró en la vivienda y halló el cuerpo sin vida. Tras el brutal impacto, pidió ayuda y la Guardia Civil desplazó hasta esa dirección a varias patrullas. La Policía Judicial se hizo cargo de la investigación, con el comandante Del Amor a la cabeza, y se confirmó que se trataba de un nuevo suicidio por asfixia económica.

En este caso, sin embargo, no se trata de un desahucio bancario, sino de un embargo de la casa de Calvià por una deuda privada que el hombre había contraído y no había podido saldar.

Los agentes realizaron una completa inspección ocular en la vivienda y no hallaron indicios sospechosos de que hubiera más implicados en la muerte del vecino de Calvià. La empresa funeraria trasladó el cadáver hasta el instituto anatómico forense de Palma, donde está previsto que se le practique la autopsia mañana por la mañana. Todos los indicios apuntan a que el varón falleció asfixiado.

El caso de la deuda había sido investigado en el Juzgado número 14 de Primera Instancia y al parecer el abogado de la víctima ya le había notificado la orden de desahucio. El juzgado había comunicado el cambio de titularidad de la casa de Calvià. La deuda era de unos 50.000 euros.

El suicidio de ayer en Calvià por problemas económicos supone el segundo caso en una semana en Mallorca. El martes un matrimonio de Cas Català se quitó la vida mediante la ingesta masiva de medicamentos. Pedro Taberner Servera, un representante de 68 años, y su esposa Jovita Rovira Alzamora, jubilada de 67, tenían una deuda de 84.000 euros con una entidad bancaria.