La Guardia Civil halló los dos cadáveres de los jóvenes desaparecidos el pasado miércoles. | Assumpta Bassa

TW

Los equipos de rescate encontraron ayer los cadáveres de los dos jóvenes que desaparecieron el miércoles en Cala Mendia, cuando fueron arrastrados al mar por una gran ola. Los familiares identificaron a las dos víctimas: José Luis Giraldo Iriarte y Brahiar Eliezer Hernández Angarito, de 20 y 23 años, respectivamente.

Ambos trabajaban como montadores de mamparas en un hotel de la zona y el miércoles se subieron a una roca para que un amigo les sacara una foto con el mar embravecido de fondo. De repente una gran ola los arrastró al mar y se los tragó.

El jueves y el viernes se montaron distintos dispositivos durante todo el día para localizar a los dos jóvenes, pero las labores de búsqueda se vieron dificultadas por el temporal. A pesar del mal estado de la mar, los buzos se lanzaron al agua pero apenas había visibilidad.

En el operativo de ayer participaron efectivos de la Guardia Civil y de la Unidad Territorial de Costas (UTC) de la Policía Local de Manacor, que contaron con la ayuda del concesionario de la playa y un buceador experto que conoce ampliamente la zona y suele colaborar con las autoridades.

El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y la UTC, junto con el concesionario de la playa y el buzo se repartieron la zona. Desde los equipos de emergencia comentaron que ayer fue el primer día en que los buzos tuvieron visibilidad porque el estado de la mar había cambiado.

Cuerpos

Sobre las 12.00 horas fue hallado el cuerpo de José Luis, natural de Venezuela aunque con nacionalidad española, a unos ocho metros de profundidad. El cadáver estaba en la bocana de Cala Mendia, a unos 150 metros del punto donde desapareció junto a Brahiar.

Al cabo de una hora y cuarto se encontró el cadáver de Brahiar, de nacionalidad colombiana, hundido también en el mar a poca distancia del de José Luis. Los dos cuerpos fueron trasladados hasta el muelle de Porto Cristo, donde fueron identificados por los familiares. Después el juez ordenó el levantamiento de los cadáveres.