TW
185

Semi esclavitud en la panadería. La Policía Nacional ha detenido a cinco responsables de la cadena Forn de Campos por delitos contra los derechos de los trabajadores, coacciones, falsedad e insolvencia punible. Los agentes han descubierto en la empresa un sinúmero de irregularidades que se imponían a los trabajadores mediante coacciones.

El catálogo de aberraciones laborales va desde exigir trabajar horas sin retribución, impedir coger las vacaciones e incluso obligar a empleados a ejercer de testaferros de los dueños.

La investigación que ha desencadenado en la ‘operación Llonguet’ arrancó hace un mes. Agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras supieron que un grupo de trabajadoras podía estar siendo explotado. Las comprobaciones llevaron a descubrir que, con independencia de la nacionalidad de los empleados, se reproducían las mismas condiciones. Los trabajadores o no tenían contrato o éste era papel mojado. Así, se les exigía trabajar sin compensación 48 horas semanales en lugar de las 40 que tenían asignadas. También se incumplían las vacaciones con amenaza de despido. Cada vez que un trabajador tenía un festivo se apuntaba este día como de vacaciones. Los empleados tienen pendientes de cobrar numerosas nóminas.

Los responsables de la empresa, tanto el fundador como los propietarios que la compraron en agosto, tenían fraccionada en veinte compañías distintas la firma. De este modo, la policía sostiene que evitaban llegar al número mínimo de trabajadores que da lugar a que sea obligatorio que haya representación sindical.

Dos de las empleadas habían sido coaccionadas para firmar como administradoras de dos de las empresas. Ahora ambas son responsables de una deuda de 50.000 euros.