Imagen de archivo de José Ramón Orta, junto a uno de los trenes de SFM. | Redacción Local

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El gerente de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), José Ramón Orta, criticó ayer duramente las pintadas que los gafiteros hacen en los trenes, tras salir a la luz pública el ataque sufrido por dos vigilantes de las instalaciones de SFM en Son Rullan por parte de una decena de jóvenes que fueron sorprendidos en el recinto. Orta manifestó que este año han aumentado las medidas de seguridad en las instalaciones, después de que el año pasado los grafiteros pintaran 31 trenes y la reparación de los daños costara cerca de 100.000 euros. «Hay trenes de dos, tres, cuatro o cinco vagones, limpiar cada vagón cuesta entre 800 y 1.200 euros en función de cómo sean las pintadas, no sé qué placer pueden experimentar los grafiteros haciendo garabatos en los trenes y el dinero que tenemos que invertir en la limpieza se podría destinar a muchas otras cosas», afirmó el gerente de SFM.

Vigilancia

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José Ramón Orta destacó que después de incrementar las medidas de vigilancia, este año se han reducido las pintadas de los grafiteros, «pero es un tema que nos preocupa mucho no solo a nosotros, sino a muchas otras empresas ferroviarias y se hacen convenciones para ver cómo se pueden paliar las actuaciones de los grafiteros». En este sentido, el gerente de SFM indicó que «las empresas ferroviarias españolas van a instar al Gobierno a que se modifique el código penal para que las sanciones contra estas actuaciones se endurezcan».

En referencia a la agresión a los vigilantes, Orta explicó: «Nosotros hemos puesto la correspondiente denuncia, nos consta que la policía está trabajando en este tema y esperamos que encuentre cuanto antes al grupo de jóvenes que entraron aquí el pasado sábado».