El edil de Infraestructuras, precedido por su abogado, en el juzgado. | Antoni Pol

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Una vecina de Bunyola ha testificado en el juzgado que investiga la muerte de David Grimaldos electrocutado por una farola que alertó al electricista municipal sobre el mal estado de esta luminaria.

Según su versión ya había habido algún caso de calambre en el mismo lugar y por eso, avisó a los servicios del Consistorio.

El empleado municipal declaró este miércoles como imputado. Según su versión no tenía ningún aviso sobre esta farola que llevaba instalada en la misma calle desde el año 1966.

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El imputado, que se jubiló justo dos días después de la muerte del joven, declaró que en los 36 años en los que trabajó para el Ajuntament nunca revisó esa instalación y que no existe ninguna normativa que obligue a una revisión periódica de las farolas, por lo que sólo se actúa en ellas cuando hay un problema.

Sobre un apaño que había en la farola para conectar unos cables aseguró que desconoce quién lo hizo, pero que pudo ocurrir cuando él estaba de vacaciones.

También declaró como imputado el concejal de Infraestructuras de Bunyola, Josep de Haro que afirmó que no se ocupaba directamente de las farolas sino que se encargaba directamente el alcalde, quien está citado para declarar el 11 de diciembre.