En el mes de abril pasado, el alcalde Mateo Isern agradeció la labor de Protección Civil de Palma. | Vasil Vasilev

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El pasado septiembre, la sede de Protección Civil de Palma sufrió un robo en sus instalaciones eléctricas. Desde entonces, los voluntarios siguen sin luz en esas dependencias y han tenido que trasladarse de manera provisional al cuartel de San Fernando.

El 19 de septiembre, unos desconocidos entraron en la antigua cárcel. Desmontaron una serie de cables eléctricos y se llevaron el contador. No era la primera vez que se registraban robos en esas instalaciones, que desde la calle parecen abandonadas.

El inspector Miquel Quetglas, coordinador de Protección Civil de Palma, explicó a este diario que, en efecto, el robo se produjo hace tres meses, «pero desde entonces hemos estado en contacto con Gesa, porque la potencia del suministro eléctrico en la vieja cárcel era enorme y hay que cambiar la tensión».

Por su parte, un portavoz de Cort indicó que estaban al corriente de la situación de Protección Civil y que se estaba trabajando para buscar una salida al problema: «La sede de la cárcel vieja tampoco era definitiva. Ahora estamos mirando si algún local cultural puede servir para la Agrupación de Palma». El departamento que debe dar solución al conflicto es el de Infraestructuras, «pero ahora, con todo el gasto de las luces de Navidad, no hay presupuesto para arreglar la instalación eléctrica que sufrió el robo el pasado 19 de septiembre».