La mansión de Petrov ocupa cuatro alturas y un lugar privilegiado en Sol de Mallorca. | Alejandro Sepulveda Soler

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El uso de la mansión de Gennadios Petrov en la urbanización Sol de Mallorca por parte de la asociación Amadip-Esment está pendiente sólo del último visto bueno del juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz. El magistrado del tiene todavía que autorizar el último proyecto presentado por la asociación para poder destinar la descomunal residencia del supuesto mafioso a fines sociales.

El último proyecto planteado por la asociación es que incluye también la posibilidad de destinar parte de las dependencias a alquiler turístico como una manera de obtener fondos que permitan asumir el coste que implica mantener una finca de ese tamaño.

A petición de la Fiscalía, la Audiencia Nacional autorizó en enero del año pasado la cesión de la mansión. El inmueble estaba embargado desde la ‘operación Troika’ en el verano de 2008, en una decisión tomada por el entonces juez Baltasar Garzón. Petrov aún residió en ella unos meses más hasta que se fugó de la justicia española en el año 2012, cuando aprovechó un permiso para viajar a Rusia y desde entonces no ha regresado con la excusa de una enfermedad. Junto a él está también fugada su mujer, imputada en la causa.