Algunos comerciantes afirman que el número de visitantes de mayo supera con creces el de años anteriores. | Michel's

TW
39

El arranque de la temporada turística en Magaluf está resultando algo más complejo de lo esperado. La celebración de un torneo de rugby y el desembarco de más de 500 británicos han disparado los «excesos» e incidentes provocados por los más de 5.000 turistas concentrados en Punta Ballena y sus alrededores.

Noticias relacionadas

«Nosotros somos receptores del turismo que los touroperadores nos envían. Ojalá nos enviasen rusos ricos y con un alto poder adquisitivo, pero nosotros, los locales del ocio nocturno, nos adaptamos al tipo de turista que tenemos. A lo mejor tendríamos que controlar en lugar de los bares de ocio a los touroperadores que ofertan por 50 euros diarios alojamiento, pensión completa y excursión de borrachera», apuntan empresarios consultados.

La indignación en la principal zona turística de Calvià es máxima ante el comportamiento incívico de los turistas. «Vienen a emborracharse y la presencia policial es mínima. Parece mentira que los gobernantes, los políticos locales y autonómicos se llenen la boca de decir que Punta Ballena es una vergüenza, que harán normativas y leyes nuevas, pero luego todo quede en palabras bonitas y papel mojado. Los turistas, cuando beben y se drogan, con las ordenanzas municipales se las pasan por el forro. El problema es que no tenemos ninguna autoridad que hagan cumplir las normas. Todo sigue igual», concluyen algunos vecinos de la zona.