Miembro de la policía nacional que este miércoles le salvó la vida a dos ancianos que se estaban ahogando en la playa del Molinar. | Alejandro Sepúlveda

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«No me considero ningún héroe, pero me siento orgulloso de haber podido colaborar en salvar la vida de dos personas». Estas fueron las primeras palabras de Javier, un joven agente de la Policía Nacional de Palma destinado en la Unidad de Prevención Centro, que rescató el martes a una pareja de ancianos a punto de ahogarse en Es Molinar.

Discreto, humilde, reservado y servicial son los adjetivos que mejor definen a nuestro protagonista, que este miércoles recordó los hechos: «Estaba de vacaciones y decidí dar un paseo por el Molinar con mi hijo pequeño. En ese momento pude ver a una mujer que estaba subida a unas rocas muy alterada que no cesaba de pedir auxilio. Como yo iba con mi hijo se lo dejé a una mujer que estaba en la playa y le pedí que se hiciera cargo mientras yo me lanzaba al agua. La verdad es que no sabía muy bien lo que estaba pasando, pero tenía la certeza que detrás de las rocas sucedía algo grave».

«Me tiré al agua y nadando conseguí llegar hasta la parte trasera de las rocas donde pude ver a una pareja de personas mayores junto a las mismas. El hombre estaba agarrado a una gran roca y tenía todo el rostro ensangrentado. La señora estaba atrapada entre la zona rocosa del dique y cada vez que le venía una ola el agua la cubría completamente. En colaboración con un ciudadano que estaba subido en las rocas pudimos sacar a la mujer y apoyarla en superficie firme. Al hombre le ayudamos a subir y también conseguimos ponerlo a salvo», añadió Javier.

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Durante toda la jornada, el joven policía no cesó de recibir felicitaciones por parte de sus compañeros y mandos. «Nos llena de satisfacción contar con policías dispuestos a arriesgar sus vidas para salvar a los ciudadanos», comentaba un alto mando policial.

El matrimonio formado por Inmaculada Muñoz y Joan Guardiola, también colaboró en las labores de auxilio. «Nos asustamos mucho, especialmente cuando vimos al hombre con la cara llena de sangre. La situación era complicada y peligrosa porque el oleaje nos desplazaba contra las rocas. Finalmente, conseguimos rescatarlos. Nosotros fuimos los primeros en percatarnos de la presencia de los heridos y, gracias a la colaboración de un extranjero y del policía, entre todos, los conseguimos salvar», puntualiza Inmaculada Muñoz.

Unos minutos más tarde llegaron a la zona varias patrullas, socorristas y una ambulancia. Los heridos presentaban varias heridas y magulladuras por todo el cuerpo y síntomas de hipotermia, por lo que fueron trasladados al hospital.