Los hijos de la mujer fallecida en la caseta de campo donde residía. | Alejandro Sepúlveda

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Los hijos de una mujer hallada muerta el domingo en la caseta de campo de las afueras de Montuïri donde residía piden que se investigue el caso, porque «creemos que no es lo que nos dicen y hay cosas que no nos cuadran». La autopsia determinó que la mujer, de 55 años, murió por ingesta de medicamentos. La Guardia Civil realizó la investigación, no encontró indicios de una muerte violencia y atribuye el fallecimiento a una intoxicación de medicamentos accidental o a un suicidio.

Sin embargo, los hijos de la mujer piden que no se cierre la investigación porque «hay cosas que no encajan». Los dos hijos residen en Madrid y Eivissa y viajaron a Mallorca tras tener constancia de la muerte de su madre. La mujer murió el jueves y fue encontrada en su finca el domingo por una vecina, quien avisó a la Guardia Civil.

Los hijos manifestaron este miércoles que «hay cosas durante las horas previas a la muerte que nos chocan. No dejó ninguna nota, no apagó el móvil, tenía llamadas y mensajes de texto del mismo día que apareció muerta, un amigo le dijo que la pasaría a buscar porque tenían que ir a Palma, ella era una amante de los animales, tenía siete perros y ocho gatos y no hubiese dejado que los animales se quedasen sin comida ni agua y también había tenido problemas con algunos vecinos a los que había denunciado. La noche antes de morir llamó a una vecina y le dijo que alguien había entrado en la finca y tenía miedo». «En la finca había ratas y gatos envenenados, cuando hemos vuelto nos los hemos encontrado quemados, han colocado una escalera para acceder a la caseta desde el balcón y dentro está todo revuelto, como si alguien hubiese entrado a buscar algo», agregaron.