José María Rodríguez contó con el respaldo de la plana mayor del PP, tanto de Palma como de Balears, el día que presentó la dimisión de sus cargos en el partido después de ser imputado por el juez Manuel Penalva en la investigación de la trama de corrupción en la Policía Local de Palma. | Joan Torres

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El expresidente del PP de Palma José María Rodríguez declarará el próximo viernes en calidad de investigado ante el juez de Instrucción número 12, Manuel Penalva, en el marco del caso de presunta corrupción en la Policía Local de Palma.

Rodríguez, que dimitió el 4 de julio de sus cargos en el partido, fue imputado (citado como investigado según la última reforma de la Ley de Enjuiciamiento) al día siguiente de la declaración de un funcionario del Ajuntament de Palma que estuvo en prisión provisional por su presunta vinculación con la trama, quien manifestó que el exlíder del PP de Palma influía en decisiones del área municipal de Urbanismo sin formar parte del consistorio.

El empleado público defendió ante el juez su trabajo en el departamento de actividades del Ajuntament y negó haber cometido ningún tipo de irregularidad, al tiempo que aseguró que en Urbanismo todos eran «de la cuerda» de Rodríguez.

En un auto incluido en el extenso sumario de esta instrucción, Penalva definió a Rodríguez como el «artífice en la sombra del organigrama corrupto» ideado en la Policía Local para servir a los intereses del PP.

En el escrito, del pasado mes de febrero, el juez detallaba que se filtraron los exámenes de oposición a oficial que se hicieron en el cuerpo en mayo de 2012 con el objetivo de «crear una estructura corrupta» para actuar con impunidad y «al servicio de determinados políticos y su partido».

Según el magistrado, «el artífice en la sombra del organigrama corrupto que se pretendía organizar» mediante la filtración de esos exámenes y con los nombramientos para determinados puestos «sería José María Rodríguez», a quien achaca que «pretendía indiciariamente rodearse de un grupo de agentes a quienes se les facilitaría la colocación y ascenso en el escalafón policial».

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Cuatro de los agentes investigados por «hechos gravísimos» en ese caso se reunieron con Rodríguez en la sede del PP, según un testigo protegido que ha declarado en la causa, lo que en opinión del juez «corrobora indiciariamente el carácter criminal del organigrama ideado por Rodríguez, ajeno completamente a la profesionalidad y méritos que cabe esperar y desear de los mandos policiales».

Según figura en el auto, incluido en la parte del sumario sobre la que el juez levantó el pasado julio el secreto, un testigo protegido explicó que, en las reuniones para organizar el organigrama de la Policía Local de Palma, al que solo incorporarían personas afines al PP, participaban Rodríguez, el entonces coordinador municipal y concejal Álvaro Gijón y el que era director general de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento, Enrique Calvo.

El sumario recoge también la declaración de un policía integrado en el Grupo de Actuación Preventiva (GAP) que señala que los miembros de la unidad 2 actuaban de forma autónoma en la Platja de Palma y «alardeaban de sus contactos políticos» y de estar protegidos por el PP.

Relató como siendo Rodríguez delegado del Gobierno, cargo que ocupó de diciembre de 2011 a julio de 2012, llamó a uno de los policías presuntamente corruptos y le ordenó actuar contra la venta ambulante en el centro de Palma, lejos de su zona de intervención habitual. Este testigo contó también que vio como el líder del PP de Palma y ese agente se abrazaban «como si fuesen amigos íntimos».

Además de presidente del PP en Palma y delegado del Gobierno, en su larga trayectoria política el investigado ha sido conseller de Interior del Govern, concejal y secretario general del partido en el ámbito autonómico.

Cuando anunció su dimisión, Rodríguez proclamó su inocencia y aseguró que se marchaba para defenderse y no causar daño al PP.