Dos agentes de la Policía Nacional investigan la trama de corrupción en la Policía Local de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Un alto cargo del Consell de Mallorca ha manifestado este martes ante el juez que dos policías locales de paisano se personaron el pasado mes de octubre en la institución para buscarla y trasladarle, en el bar de la Administración insular, que «no pararían» hasta que una compañera que les había denunciado «perdiera su plaza», además de instarle a actuar contra «un entramado» dirigido a «hundir» al PP, al concejal y diputado Álvaro Gijón y al expresidente de la formación en Palma, José María Rodríguez.

Así lo ha puesto de manifiesto durante su declaración como testigo en el marco de la causa que investiga la presunta trama de corrupción urdida en el seno de la Policía Local en connivencia de altos cargos políticos, la declarante ha señalado que cuando les preguntó por qué no acudían al Juzgado o a la Fiscalía, le respondieron que «perro no come perro».

Los agentes le insistieron en que «iban a por ella» -en alusión a su compañera- y que «no vamos a parar hasta enterrarla». «Me quedé impresionada», ha reconocido la testigo.

Según ha relatado, se encontraba en una reunión del Consell cuando se presentaron los dos efectivos sin previo aviso, con «vaqueros y camiseta negra», quienes le dijeron que la denuncia interpuesta por su compañera era «injusta» y que si acudieron a la responsable insular fue porque pensaban que también tenía «animadversión» contra aquélla.

Precisamente, la denunciante contra quien querían actuar declaró la pasada semana ante el juez para ratificar haber sufrido vejaciones homófobas por parte de varios de sus compañeros así como un trato discriminatorio dentro del cuerpo tanto en el día a día como a la hora de promocionarse.

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A preguntas del fiscal, la responsable insular ha recordado que, cuando se despidieron de ella, los agentes le hicieron saber dónde vive, motivo por el que sintió «miedo».

Llamadas y mensajes

La declarante ha recordado además que en días posteriores recibió mensajes y llamadas de los mismos agentes -pese a que no les había dado su número de teléfono-, quienes llegaron a proponerle que «se implicara con ellos» para ejercitar acciones contra la agente que les había denunciado, así como para reactivar una asociación de policías a través de la que canalizar sus demandas y «dirigir todas sus acciones» contra el «entramado» existente para investigar la presunta corrupción urdida en la Policía.

El alto cargo ha incidido en que, a su juicio, para que ella accediera a sus pretensiones la querían «utilizar como herramienta» para ir contra la policía denunciante y «determinadas personas que llevan a cabo labores de investigación en el entramado de la causa», en la que tanto Rodríguez como Gijón, además de numerosos policías locales, se encuentran imputados.

Al ser inquirida sobre si a raíz de estos hechos se siente controlada, ha recordado que recientemente notó el seguimiento de un vehículo «incluso en un callejón sin salida». «No me cabe duda de que me seguían», ha remarcado.