«Se pusieron en marcha todos los protocolos pero la situación se desbordó», ha sentenciado la regidora Mercè Borràs.

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Los Servicios Sociales están intentando localizar al padre de los niños que han convivido varios días con su madre muerta en un domicilio de Palma y que actualmente están bajo la custodia de protección de menores del Consell de Mallorca.

Según ha explicado la consellera de Servicios Sociales y Cooperación, Fina Santiago, en declaraciones a los medios, el padre lleva tiempo «ausente» y la Administración ya había activado «hacía meses» protocolos de emergencia en torno a los niños después de que su colegio advirtió su absentismo.

Además, se había contactado con la iglesia que frecuentaba la familia ya que la madre «evitaba» a los servicios sociales. La consellera Santiago ha señalado que ello no es «excusa», y ha reconocido que debe servir «para mejorar los servicios sociales», pero que es «difícil trabajar cuando una persona no acepta ayuda».

A su vez, la concejala de Bienestar y Derechos Sociales del Ajuntament de Palma, Mercè Borràs, ha coincidido en señalar que el consistorio tenía activados todos sus protocolos y estaba en contacto con otros organismos para atender a la mujer fallecida.

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En rueda de prensa, la regidora ha aseverado que no ha sido una situación de «abandono» sino que se trataba de una familia inmigrante «sumamente aislada» y la mujer, con problemas de salud, «no se dejaba ayudar fácilmente», por lo que presentaban un «alto riesgo» de vulnerabilidad.

Absentismo escolar

«Se atendían sus necesidades y se había pedido colaboración al Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), los dispositivos pertinentes estaban en marcha desde hacía días», ha recalcado la edil, quien ha manifestado que «saltaron las alarmas» cuando se detectó que los hijos llevaban unos diez días sin ir a la escuela. «Todo el mundo estaba implicado», ha insistido.

La concejala ha incidido en que se trataba de una situación de «aislamiento social» que provoca que aumente su vulnerabilidad y en la que se volcaron los servicios sociales, la Policía Tutor, la propia escuela y los servicios de menores. «Se pusieron en marcha todos los protocolos pero la situación se desbordó», ha sentenciado.

Según explicaron fuentes policiales, uno de los niños acudió a un jardinero que trabajaba en un parque cercano a la vivienda en Son Rullan y le pidió ayuda porque su madre llevaba varios días en la cama «sin moverse».