Fotografía del rodaje del corto Brothel Project, de Tony Arrom. | JUAN MANUEL MONTAÑEZ

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Aparecen nuevas vícitimas del ‘Luisito’ menorquín. El joven embaucador engañó al equipo cinematográfico de un cortometraje mallorquín.

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«Estábamos grabando en Mallorca escenas de un corto -dirigido por Tony Arrom- cuando apareció este chico. Me refiero a un chaval de unos 18 años. Nos contó una historia un tanto surrealista. Decía que con 13 años había creado una aplicación para los teléfonos móviles y que le pagaron 22 millones de euros. También nos comentó que tenía un inversor inglés que estaba muy interesado en financiar nuestra película, pero la única condición que nos ponía es que el filme se tenía que grabar en Menorca. De hecho, nos invitó a pasar un fin de semana a todo el equipo con los gastos pagados en la Isla. Aquí comenzaron nuestros problemas», apunta Juan Antonio Montañez, responsable de fotografía del cortometraje Brothel Project.

Unos días después, un equipo formado por nueve personas entre los que se encontraban varios actores, el director de la película, operadores de cámara etc... cerraron con el joven inversor su visita a la Isla. Su finalidad era realizar un estudio de los escenarios naturales donde se tenía que rodar el corto. «El ‘Luisito’ menorquín nos dijo que se encargaría de todo. Cuando faltaba una semana para emprender el viaje nos llamó y comentó que había comprado los pasajes de barco en lugar de en avión. Nadie le dio la mayor importancia. Al llegar a la Isla no teníamos hotel. De hecho, nos llevó a un hostal de Maó donde en dos habitaciones tuvimos que dormir hacinados todo el grupo. Las comidas y las cenas corrieron a nuestra cuenta y el chaval se hacía el tonto a la hora de pagar. Incluso nos pidió que nos pagáramos nosotros el barco para ir a Illa del Rei. En un momento dado, cogí al ‘Luisito’ menorquín y le dije de todo menos guapo y nos marchamos de regreso a Palma. Tenemos la sensación de que nos engañó a todos», concluye Montañez.