Ramón A. Fernández relata desde la grúa su ascensión a la misma. | Redacción Sucesos

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Ramón Alfredo Fernández es el activista vecinal que el pasado jueves se subió durante más de cuatro horas a una grúa en las obras de la urbanización de lujo de Can Domenge, en Palma.

Fernández, exbombero de 57 años de edad, rememora los hechos para Ultima Hora. «Entré por un callejón de la calle General Riera y salté un muro, pero podría haber accedido por la barrera de delante porque no había ningún tipo de seguridad», afirma el también escalador.

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El activista realizó esta acción para llamar la atención acerca del mal estado del barrio de ‘Corea’, del que él es vecino. Su intención era reunirse con el alcalde de Palma, José Hila, y reclamar mejoras. «Es una vergüenza que en ‘Corea’ paguemos la misma cantidad de impuestos (luz, gas...) que en cualquier otra parte de Palma. A la basura uno se acostumbra pero, ¿qué hacemos si no tenemos luz?», se pregunta Fernández. «El Ayuntamiento no quiere reformas y no aplica la normativa. Esto hay que estudiarlo y hacer que vuelva a tener vida», sentencia.

«Desgraciadamente, sirve mucho más estar una hora subido a una grúa que años de desgaste continuo como activista», lamenta Ramón A. Fernández, que retransmitió la acción a través de varias redes sociales.

«Después de bajar de la grúa, la Policía Nacional quería denunciarme haciendo servir el artículo 37 porque, según ellos, puse en riesgo a toda la obra y a la gente que se encontraba en los alrededores», recuerda Fernández.
No es la primera vez que Ramón Alfredo Fernández sube a una grúa con la intención de reivindicar una causa. En 2001, Fernández subió a una grúa de unos 50 metros situada en la plaza de España de Palma y permaneció en ella dos semanas. También hizo lo propio en el Palau de Congressos en el año 2012 para protestar por el bloqueo que sufría en aquél entonces el edificio público.