Actuación conjunta del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local en la Platja de Palma. | Redacción Sucesos

TW
2

La investigación del juez Manuel Penalva, titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Palma, y del fiscal Anticorrupción Miguel Ángel Subirán apunta a que el empresario Bartolomé Cursach, detenido el martes en el transcurso de la ‘operación Sancus’, tenía «topos» en todos los cuerpos policiales.

Noticias relacionadas

A lo largo de los tres años que dura la instrucción judicial contra la trama corrupta se han ido recogiendo cientos de declaraciones de testigos e imputados y se ha llegado a la conclusión de que el empresario de la noche tenía, supuestamente, «infiltrados» en la Policía Local de Palma, en la Policía Local de Calvià, la Guardia Civil y la Policía Nacional. En muchos de los casos, se contrataba a los agentes -directa o indirectamente- en algunas de las empresas investigadas. El juzgado cree que estos «informadores» quitaban sanciones, avisaban de redadas y arreglaban cualquier tipo de incidencia.

Los tres detenidos en la operación del martes –Bartolomé Cursach, su mano derecha Tolo Sbert y el director de relaciones institucionales del grupo y exinspector de policía Antoni Bergas– pasaron este jueves su tercer día en los calabozos de la Jefatura palmesana. El conocido empresario se acogió a su derecho a no declarar, por lo que está previsto que lo haga este viernes ante el juez. El pase a disposición judicial de los tres acusados será a primera hora de la mañana, una vez agotadas las 72 horas de detención policial.