Los 16 acusados, en la Audiencia. | Alejandro Sepúlveda

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El propietario del bar La Tapa Andaluza aceptó este lunes en un juicio en la Audiencia Provincial cinco años de cárcel por liderar una banda de narcotraficantes. Otros 14 acusados asumieron penas que suman 32 años de prisión. Uno de los encausados fue absuelto. Los miembros de la organización deberán afrontar una multa de medio millón de euros cada uno.

El fiscal reclamaba al principio 136 años de cárcel para los procesados. Rebajó la pena porque desde que explotó la operación antidroga, en 2011, hasta la celebración del juicio han transcurrido seis años. El representante del ministerio público apreció la atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada.

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La red operó en Mallorca desde junio de 2010 hasta enero de 2011, según el escrito del ministerio fiscal. Los narcos introdujeron en la Isla grandes cantidades de hachís. El dueño de La Tapa Andaluza era el «cerebro». Asumía las funciones de logística y comprobaba la calidad de las sustancias estupefacientes. El acusado daba instrucciones al resto del grupo. Era el jefe.

La mayor parte de la mercancía era suministrada desde Málaga a Barcelona. Después la descargaban en la Isla por envío postal o en camiones de transporte. El 2 de noviembre de 2010, uno de los acusados, que trabajaba como camionero, fue detenido en el puerto de Barcelona. Iba a embarcar en un ferry con dirección a Mallorca. Llevaba tres cajas de cartón con 129 paquetes de hachís. Otro de los narcos condenados llevaba grilletes y dos emblemas de la Guardia Civil en su coche. Ayer aceptó dos años y nueve meses de cárcel.