Imagen de archivo de la quema de contenedores junto a la Jefatura de Policía. | Agencias

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La Policía Nacional descarta que el hombre que se quemó a lo bonzo con una bolsa de gasolina sea el pirómano de Palma. En torno a las nueve de la mañana del pasado miércoles, a la altura del número 8 de la calle Pare Ventura de Palma, un vehículo policial que se encontraba patrullando por la carretera de Valldemossa esquina con Miquel Arcas, observó a un varón en actitud sospechosa. Resulta que portaba en su mano derecha una bolsa transparente con un líquido de color azul y miraba a todos lados.

Los actuantes interceptaron al sospechoso, el cual iba indocumentado y bajo los efectos del alcohol. De hecho, de uno de sus bolsillos le asomaba un botellín de cerveza vacío. El hombre, trató de excusarse alegando que se había quedado sin combustible en su coche, pero que no recordaba dónde lo había estacionado.

Los funcionarios, a fin de comprobar la veracidad de lo manifestado por el detenido, decidieron acompañarlo a pie por las calles Ciutat de Quilmes, Germans García Peñaranda, Lluis Alemany i Pujol, Fra Francesc palou y Jordi Villalonga i Velasco. Durante el camino, el sospechoso admitió de forma libre y voluntaria que había consumido un par de cervezas, así como da varias versiones distintas sobre la propiedad del vehículo.

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Primero decía que era suyo y finalmente apuntaba que era de una amiga que se lo había dejado. Los policías, viendo que no localizaban el coche, decidieron interrumpir la búsqueda y le pidieron al sospechoso que se vaciara los bolsillos para realizarle un cacheo de seguridad. La verdad es que su comportamiento hacía pensar que podría tratarse del pirómano. Finalmente, el hombre soltó la bolsa de gasolina en un banco, causando que parte del combustible salpicara su vestimenta.

Acto seguido, de forma súbita, sacó un mechero de otro bolsillo de su pantalón y, pegándolo a su vestimenta y prendiéndole fuego gritó: «a ver si esto arde y me quemo a lo bonzo». Inmediatamente, una gran llamarada se inició y el varón comenzó a golpear las llamas con sus manos.

Los policías se lanzaron sobre él tirándolo al suelo y haciendo que se revolcará sobre sí mismo para conseguir apagar el fuego. Todo apunta que no quería dar la ubicación del coche porque allí estaba su expareja sobre la que pesaba una orden de alejamiento.