La Policía Nacional procedió a la detención del sospechoso, que reconoció los hechos. | Alejandro Sepúlveda

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Navidad entre rejas. La Policía Nacional ha detenido a un atracador que, armado con un cuchillo de grandes dimensiones, asaltó una joyería del centro de Palma el martes por la tarde. El delincuente fue interceptado por un agente fuera de servicio y un operario de Emaya, que habían sido alertados por los gritos de la encargada del local.

El establecimiento comercial está ubicado en la calle Josep Tous i Ferrer, junto al Mercat de l’Olivar, y el atraco se produjo poco antes del cierre, sobre las siete y media.

«Dame todo el dinero»

A esa hora, un hampón que había estado vigilando la joyería entró en el momento en el que no había clientes. Esgrimiendo un cuchillo de grandes dimensiones, le gritó: «Dame todo el dinero de la caja», pero la mujer no se lo entregó y él, de un manotazo, se hizo con tres muestrarios de joyas, junto al mostrador. En uno de ellos había 10 pares de pendientes valorados en más de 800 euros. En ese momento, se produjo un forcejeo entre la víctima y el ladrón y el delincuente parece ser que huyó sin las joyas, solo con el muestrario.

Se dirigió corriendo hacia la Plaza de España, que se encuentra en las inmediaciones, pero los gritos pidiendo ayuda de la mujer pusieron sobre alerta a los viandantes. Uno de ellos era un policía nacional libre de servicio, que se abalanzó sobre el atracador y consiguió reducirlo. Un operario de la empresa municipal Emaya le ayudó. En su poder le hallaron el cuchillo de 10 centímetros de hoja y cachas de madera, así como el expositor vacío que se llevó. El sospechoso ha sido puesto a disposición judicial y el juez lo ha enviado a prisión.

Su original excusa

El sospechoso reducido en la Plaza de España por el agente fuera de servicio y el operario de Emaya fue plenamente identificado por la víctima. Además, él mismo reconoció que había atracado la joyería de la calle Josep Tous i Ferrer esa tarde, cuando ya había anochecido. Los agentes del Grupo de Atracos se han hecho cargo de la investigación y el acusado ha explicado en sede policial que cometió el asalto obligado por otro compinche, que lo tiene amenazado. Según esta curiosa versión de los hechos, a la que la policía no le da demasiada credibilidad, un yonki de la Porta de Sant Antoni lo forzó a robar en la joyería, para que luego le entregara el dinero y las joyas.