La acusada, este lunes, durante la vista celebrada en los juzgados de Vía Alemania.  | Juan P. Martínez

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Una mujer ha sido condenada a once meses de prisión y al pago de una multa de 720 euros tras reconocer ayer en un juzgado de lo Penal de Palma que falsificó en 2017 recibos médicos de su hija para engañar a su exmarido. El convenio regulador que firmaron tras el divorcio establecía que los gastos extraordinarios de origen médico o farmacéutico de la menor debían ser abonados al 50 por ciento. La acusada no entrará en la cárcel al alcanzar su abogado, Daniel Castro, un acuerdo con la fiscal para que la pena quede suspendida por un plazo de dos años en los que no podrá delinquir. El Ministerio Público apreció la atenuante de dilaciones indebidas, ya que la causa estuvo paralizada por causas no imputables a la procesada.

Los hechos juzgados este martes se remontan a 2017. Entre los meses de octubre y noviembre la procesada hizo entrega a su exmarido de tres facturas médicas de una clínica de Palma por un importe total de 217,60 euros. El hombre debía abonar la mitad, tal y como tenían estipulado en el convenio regulador aprobado en el divorcio. Tiempo después se supo que los servicios médicos no se prestaron a la niña y fue la madre la que había confeccionado ella misma los recibos por consultas de traumatología, podología y una vacunación para engañar a su exmarido. Por ello fue imputada por un delito continuado de falsedad en documento mercantil. Inicialmente la Fiscalía solicitaba para la mujer tres años de prisión. Tras un acuerdo de conformidad entre las partes, la condena quedó fijada en once meses de cárcel y el pago de una multa de 720 euros.