Imagen de archivo del chiringuito ilegal de Cala Varques. | Toni Mora

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El propietario del chiringuito ilegal de Cala Varques ha sido condenado a una multa de 1.800 euros por desobediencia a la autoridad después de que le pidieran en numerosas ocasiones que cesara su actividad. El bar fue desmantelado en septiembre de 2020 tras funcionar durante doce años. El dueño, de 47 años, recibió infinidad de sanciones.

Los hechos enjuiciados ayer se remontan a 2016. El responsable del chiringuito puso en marcha el bar sin autorización y vendía comida y bebida. En 2019, la Conselleria de Medi Ambient le impuso una sanción económica de 100.000 euros y la obligación de restaurar el medio natural y dejarlo en su estado original. El acusado, a pesar de lo anterior, mantuvo el chiringuito y siguió llevando a cabo la actividad hasta que fue desmantelado.