Los guardias civiles detenidos están acusados, entre otros delitos, por colocar una baliza para geolocalizar las 24 horas del día a la mallorquina espiada. Ahora, Asuntos Internos está tratando de aclarar qué tecnología policial de la Comandancia usaron ilegalmente para sus operativos. | Alejandro Sepúlveda

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«Tienes que tener cuidado, los Mini se accidentan muy fácilmente». La novia mallorquina del expresidente de Panamá, espiada por él a través de guardias civiles y una empresa de escoltas, fue amenazada de forma directa. La víctima acudió el 10 de agosto de 2020 al cuartel del Pont d’Inca, en Marratxí, para explicar que había alquilado un coche de la marca mencionada y que el jefe de la trama le había advertido que tuviera cuidado. De hecho, dejó de usar el Mini y se movía con un Seat Arosa, de una amiga.

«Puma 3 (nombre en clave de un guardia civil), estás autorizado para ver si entras en el avispero. La mujer del César no solo tiene que serlo, sino echar para atrás los ataques». Otro dato que ha trascendido es que Ricardo Martinelli autorizó de esta forma sutil a los guardias civiles de Mallorca que tenía contratados a que intentaran intimar sexualmente con su novia, para ponerla a prueba y comprobar que le era fiel.

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El 9 de julio de 2020, el político escribe en el grupo de Whatsapp que tiene con los agentes mallorquines que su novia está con un varón soltero: «Tiene una compañía de taxis, investigarlo a ver si habla». Poco después, autoriza a uno de los miembros de la Benemérita a que intente ligar con ella, aunque luego le informan que ese funcionario no está de servicio. Entonces, Martinelli replica que lo haga otro agente: «El chaval que es su tipo que proceda». Añade, entonces, «enamorar a ver si cae».

Los guardias civiles no parecen muy reacios y contestan con estos comentarios: «A sus órdenes», «Sin problemas» o «Todo por la patria». Tal y como adelantó en primicia Ultima Hora, Martinelli ha sido imputado en la trama de espionaje a su novia mallorquina y será llamado a declarar, aunque de momento los investigadores no han podido contactar con él. El dueño de la empresa de escoltas y un guardia civil ya están en la cárcel de Palma por este asunto. El resto ha quedado en libertad con cargos, a la espera de juicio.

El apunte

Los pagos se realizaban a través de una empresa de construcción de la Isla

Gracias a una conversación por Whatsapp entre Ricardo Martinelli, el expresidente de Panamá, y Alberto T., uno de los guardias civiles detenidos, se ha podido descubrir que los pagos al Group Kougar que seguía a su novia se podrían haber realizado a través de una empresa de construcción relacionada con Mario E., el presunto cabecillla ahora en prisión. En el sumario también consta que «la supuesta empresa de seguridad privada Group Kougar no consta inscrita en ninguna base oficial como mercantil y Mario E. no se encuentra habilitado para la realización de actividades de detective privado». Martinelli pagaba los gastos y extras del despliegue.