Los hechos que se juzgarán se remontan al 6 de agosto de 2020. El Ministerio Público recoge en su escrito que el procesado, a través de la página web Milanuncios, concertó una entrevista personal con la mujer para que limpiara en su domicilio, de lunes a viernes, en régimen interno y para hacerle compañía. Ese mismo día, la denunciante se mudó a su casa.
Alrededor de las 23.00 horas, cuando ambos se encontraban sentados en el sofá, el acusado empezó a realizar tocamientos a la empleada del hogar por encima de la ropa, por la espalda, las piernas y el trasero hasta que ella le dijo que parara, que no la había contratado para eso. A continuación, según la versión de la fiscal, el hombre se desnudó y subió al baño a ducharse.
A los diez minutos bajó totalmente desnudo y volvió a sentarse en el sofá junto a la víctima, a quien le cogió la mano y se la puso encima de su zona genital para que le realizara tocamientos, a lo que la perjudicada se negó rotundamente. El encausado se enfadó ante el rechazo de la mujer y le manifestó que se iba «de putas». Acto seguido, se marchó de la vivienda y cerró la puerta con llave, dejando a la empleada del hogar en el interior del domicilio encerrada, sin posibilidad de salir.
La mujer contactó con el hombre por teléfono para que le abriera la puerta, pero este hizo caso omiso. Finalmente, llamó por teléfono a una amiga y a la pareja sentimental que tenía en aquel momento y fueron a auxiliarla. Abrieron la puerta y acompañaron a la perjudicada a denunciar lo ocurrido.
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