Residentes de Aguamansa contemplan las llamas fuera de control. | Reuters - BORJA SUÁREZ

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El incendio de Tenerife, que afecta ya a 3.797 hectáreas en un perímetro de 41,9 kilómetros, ha tenido su primera noche de comportamiento normal con buenas perspectivas en El Rosario, pero preocupa la vertiente norte, donde este viernes se concentran los esfuerzos para impedir que el fuego llegue a las viviendas.

El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha afirmado este viernes que la pasada noche ha sido la primera en la que el fuego se ha comportado «con la normalidad de otros incendios» registrados en el archipiélago, pues hasta ahora lo había hecho de manera inusual y creando su propia meteorología.

Ello ha permitido a los equipos de extinción trabajar de manera más intensa y a lo largo de esta jornada se confía en «consolidar el espacio» en la parte que afecta a La Esperanza, en el municipio de El Rosario, de forma que se puedan desviar recursos hacia el norte de la isla.

Por este motivo, al mediodía se decidirá si es posible levantar el confinamiento acordado ayer en el núcleo urbano de El Rosario, la citada población de La Esperanza, aunque quizás manteniendo la restricción para el movimiento de vehículos con el objetivo de facilitar el tránsito de los equipos de emergencias.