La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación del asalto ocurrido la pasada noche de Halloween. | ARCHIVO

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La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 39 años y nacionalidad ucraniana que entró en casa de un anciano en Calonge (Santanyí) para robar un reloj de oro de 12.000 euros. La víctima, de 81 años, llegó a la vivienda y se encontró al ladrón, que llevaba una máscara, sentado en una butaca y encañonándolo con un revólver. Pensó que se trataba de una broma de Halloween y le dijo:

–Venga, vamos a tomar un cortado...

El delincuente se marchó de la vivienda, pero olvidó su teléfono móvil Xiaomi Redmi y una brida de gran tamaño en el interior. El octogenario, que es el propietario de un restaurante de la localidad, acudió enseguida a su establecimiento para pedir ayuda a dos camareros.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado 28 de octubre. El asaltante robó un coche de la empresa para la que trabaja y se dirigió al domicilio del hombre. Una vez allí, se apoderó de un reloj Breitling que había en un estuche en la cocina de la vivienda, un Seiko y una caja de llaves. A continuación, se sentó en una butaca en la que esperó al morador durante aproximadamente una hora y media.

El propietario de la casa llegó y se encontró al delincuente apuntándole con una pistola. La víctima le dijo para ir a tomar un café y le dio la espalda. El asaltante huyó. El sobrino de la víctima del robo, horas después, se presentó en la vivienda para acompañarle a poner la denuncia y en ese momento se percató que había una persona con una mochila negra que intentaba acceder llamando insistentemente al timbre.

El hombre avisó enseguida a la Policía Local de Santanyí y el sospechoso dio un rodeo para saltar por el jardín de la parte trasera para intentar recuperar su teléfono. Los agentes que acudieron al domicilio le dijeron que soltara la pistola y lo detuvieron.

El atracador llevaba en la mochila varios cuchillos, una pistola táser, una maza, un garrote, bridas y otros efectos. La Guardia Civil, que también se desplazó hasta el lugar y se hizo cargo de la investigación, registró el Seat Altea robado por el delincuente y encontró otra mochila con un cuchillo, dos máscaras negras, dos relojes, llaves, dos carteras y un pasamontañas negro. Los investigadores también localizaron los dos relojes que había sustraído al octogenario. En el coche había varias herramientas de albañilería y latas de cerveza vacías.

Familia

La jueza de Instrucción número 3 de Manacor, en funciones de guardia, ordenó el pasado miércoles el ingreso en prisión del detenido, que fue asistido por el abogado Pau Cruelles, por delitos de robo con violencia, tenencia ilícita de armas y hurto de uso de vehículo. El hombre confesó el robo y dijo que lo hizo para pagar un billete de avión a su familia y traerlos a España.

La Guardia Civil investiga ahora si una mujer que trabaja en el restaurante de la víctima habría proporcionado información al atracador. La empleada, de 37 años de edad y origen ucraniano, contó a los agentes que conoce al sospechoso desde hace cinco años y que en su día coincidían para ir a trabajar en la misma parada de autobús.