Un motorista graba las marcas de aceite que han aparecido en las curvas de la carretera de la Serra. | R.S.

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Nadie quiere acusar a nadie de forma explícita, pero en privado todos los integrantes de los diferentes grupos de moteros lo tienen muy claro. Arranca la semana con preocupación e indignación ante la aparición de forma misteriosa de aceite en un importante número de curvas de la carretera de la Serra de Tramuntana. En un vídeo grabado por uno de los motoristas afectados y que se está viralizando por los diferentes grupos de WhatsApp y redes sociales en general, puede apreciarse al comentarista ir narrando la presencia de marcas de aceite en las curvas. «Manchas de aceite desaparecen. Llega la curva y aparecen de nuevo. Así desde Lluc», afirma el amante del motor de las ruedas.

En los diferentes foros a los que ha tenido acceso Ultima Hora se recogen acusaciones directas de estos colectivos a los vecinos de la Serra. Todo ello basado en la gran oposición y enfrentamientos generalizados que mantienen con los clubes de moteros y de automovilismo desde hace tiempo. Por su parte, algunos de los portavoces de estas asociaciones hacen un llamamiento a la calma, serenidad y a que impere el sentido común. «Somos los primeros en condenar las conductas incívicas de algunos compañeros, pero no pueden pagar justos por pecadores. La Serra de Tramuntana es de todos, nadie es propietario de la misma. Tenemos que aprender a convivir todos juntos y hacerlo de una forma pacífica y sin crispación», comenta un veterano y presidente de un club motero.

Hace unos días, vecinos afectados por las carreras ilegales y la conducción temeraria en los municipios que atraviesa la carretera de la Serra de Tramuntana (Ma-10) se concentraron a las puertas de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Palma para reclamar una solución urgente. El Consell de Mallorca anunció la semana pasada que instalará 70 cámaras con lectores de matrículas en carreteras de Mallorca, 17 de ellas en la carretera de la Serra de Tramuntana (Ma-10). No obstante avisó de que la competencia para sancionar es de la DGT que hasta ahora se ha negado a instalar radares fijos.

Con la concentración los vecinos de los municipios que cruzan la Ma-10 quieren visibilizar los problemas de conducción temeraria y contaminación acústica que sufren en sus respectivos pueblos por las conductas de «algunos conductores incívicos». A pesar de que llevan más de una década con esta problemática el único avance que se había conseguido hasta ahora fue reducir la velocidad máxima a la que se puede circular por la vía que pasó de 80 a 60 km/h.