El acusado, durante el juicio celebrado en Vía Alemania. | Guillermo Esteban

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«La conducta del acusado es antijurídica, contraria a derecho, y si se quiere insensible e inhumana, y merece el reproche social, si bien creemos que la vía para su castigo ha de ser la administrativa». El hombre que mató a hachazos a su yegua y la descuartizó en Pollença ha sido absuelto. El juez se basa en una sentencia del Tribunal Supremo para exculpar al acusado de un delito de maltrato animal. La resolución del Alto Tribunal absolvía ados hombres que mataron a una vaca que se había roto accidentalmente una de sus patas.

El Supremo consideró que en la ejecución del animal, derivada de un supuesto de padecimiento de «una lesión dolorosa que la inhabilita para su vida ordinaria», se incumplieron las prescripciones reglamentarias, pero que no hay delito.

«En nuestro caso, tal como sostuvo la defensa [el abogado Adolfo Fernández] nos encontramos con una situación similar, y el resultado debe ser inevitablemente el mismo», indica el juez.

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El magistrado sostiene que el acusado «haya utilizado el método que utilizó y que el animal sufriera más de un golpe, no es achacable al interés de aquél de hacer más daño al animal del que ya se había hecho; es achacable a que el sacrificio se llevó a cabo por una persona que estaba nerviosa, según dijo el testigo, sin capacitación para ello y sin contar con la supervisión de las autoridades. La cuestión cultural (payés) y la falta de tino del acusado hicieron el resto».

Los hechos enjuiciados se produjeron la mañana del 9 de abril de 2021. El acusado, de 64 años y nacionalidad española, recibió una llamada que le informaba que una de sus yeguas estaba atrapada en un paso canadiense que obstaculizaba el acceso a la finca Mina Petit de Pollença.

Heridas

El animal tenía varias patas partidas, se le veía el hueso y estaba sufriendo, según recoge la sentencia. El acusado decidió sacrificarla «sin contar con conocimientos técnicos ni tampoco pedir auxilio a las autoridades». Cogió un hacha y con la parte posterior le propinó varios golpes en la cabeza. Como no la mató golpeó al animal con la hoja cortante que le causó una herida de 13 centímetros en el cráneo que le ocasionó la muerte.

Una vez fallecida, le amputó las dos extremidades delanteras y la extremidad izquierda trasera, ató el cuerpo y lo arrastró con su vehículo para depositar el cadáver en una zona próxima.