Libertad con cargos y orden de alejamiento para los detenidos tras el enfrentamiento en Es Rafal. | Alejandro Sepúlveda

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La jueza de guardia ordenó a última hora de este pasado martes la puesta en libertad con cargos de todos los detenidos tras el enfrentamiento de clanes en las calles de Es Rafal de Palma. La magistrada dictó una orden de alejamiento entre ambas familias al entender que no existe el riesgo de fuga. La Policía Nacional había preparado un amplio dispositivo de seguridad en los juzgados de Vía Alemania de forma preventiva para evitar represalias o episodios violentos, pero finalmente, gracias a la colaboración de la Federación del Pueblo Gitano y de un pastor de la Iglesia Evangélica que mediaron en el conflicto, la presencia de familiares y amigos a las puertas de los juzgados fue anecdótica.

En torno a las 21:00 horas, los abogados David Salvà, Pedro Horrach y Gaspar Oliver que lideraban las defensas de gran parte de los arrestados, comunicaban a sus clientes la decisión de la magistrada de dejarlos en libertad tras haber permanecido en los calabozos desde el sábado por la noche por su participación activa en una reyerta en la que participaron más de 30 personas. En el transcurso de la pelea, un total de 12 integrantes de ambos bandos resultaron lesionados, cuatro de ellos de gravedad. En estos momentos, preocupa especialmente el estado de dos de ellos que permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Son Espases. La peor parte se la llevó una mujer, que está en la UCI tras alcanzar el pulmón una de las puñaladas que recibió.

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Ese mismo día, la Policía Nacional detuvo a nueve personas por su implicación en la reyerta multitudinaria. El grave incidente ocurrió minutos antes de las 21:00 horas en las calles Salines y de la Selva. Según fuentes próximas al caso, a las que ha tenido acceso Ultima Hora, el origen de la disputa fue por un problema familiar entre un matrimonio separado. La víctima era una adolescente de 13 años que supuestamente fue abusada sexualmente por parte de un primo. Como consecuencia de esta agresión, el padre de la menor al ver al joven que pertenece a la otra familia, le agredió en la vía pública y ese fue el detonante. Varios familiares del agredido fueron a buscar al padre encontrándose con un hermano de éste a quien agredieron, bajando el resto de familiares iniciándose una riña tumultuaria.

A partir de ese momento, familiares de los dos clanes se enzarzaron en una trifulca que acabó con más de una treintena de personas agrediéndose con palos, cadenas, cuchillos y otro tipo de armas blancas. Tras las primeras detenciones el clima de tensión entre ambas familias ha aumentado considerablemente. Por ese motivo, la Policía Nacional mantiene un fuerte dispositivo de seguridad para evitar represalias entre ambos grupos. Al margen de este control, el Grupo de Homicidios está al frente de la investigación de los hechos y no se descarta que el número de detenidos por su vinculación en este caso pueda aumentar considerablemente.

Paralelamente, la UFAM (Unidad de Atención Familia Mujer) será la encargada de dirigir la investigación de los presuntos abusos sexuales.