Mateu Antonio Verd, de negro en la foto, en unos de sus juicios por negligencia. | R.S.

TW
15

Mateu Antonio Verd Vallespir, el médico anestesista detenido en Palma por la muerte de una turista británica mientras era sometida a una operación de estética, acumula varias condenas por diversos motivos. Verd, que en la actualidad se encuentra en prisión, ya ha sido condenado por intrusismo y ejercer la profesión estando inhabilitado. Durante los últimos días ha trascendido que empleaba a mujeres de la limpieza para realizar extracciones de sangre y asumiendo funciones propias de enfermería.

Este anestesista, que también ejercía de director gerente de una clínica de estética ubicada en la calle Camilo José Cela de Palma, ya se vio envuelto en la muerte de otra paciente en 2017, en un centro estético que estaba ubicado en la calle 31 de Diciembre. En aquella ocasión, no pudo demostrarse su negligencia y prosiguió su actividad, pero finalmente fue condenado por ello a un año de cárcel.

El médico fue detenido en la propia cárcel y acusado de un nuevo homicidio por imprudencia grave tras la investigación realizada por los agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional. También ha sido imputado un segundo doctor que ayudaba en las operaciones, pero cuya participación era menor.

Noticias relacionadas

La Policía Nacional también tenía prevista la detención de un tercer sujeto. Se trataba del cirujano que estaba al frente de la intervención mortal y que nada más producirse los hechos se marchó a Suiza. Días atrás Europol comunicó a los investigadores la muerte del facultativo a consecuencia de una enfermedad terminal.

La víctima perdió la vida en el hospital de Son Espases el pasado 14 de septiembre de 2023, donde fue trasladada de urgencia pocas horas después de que aparecieran una serie de complicaciones tras la intervención. La mujer viajó exprofeso desde el Reino Unido a Mallorca para realizarse varios retoques estéticos. Pagó 6.000 libras en efectivo y quería operarse un implante de pecho. La víctima era una relaciones públicas y se quería ir a trabajar tres meses a Australia.

Los investigadores del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional averiguaron que la mujer tenía una malformación congénita de nacimiento en el corazón. El 25 por ciento no funcionaba correctamente, según las mismas fuentes, y a pesar de tener conocimiento de este dato el médico no le realizó el preoperatorio.