Rescatistas navegan buscando víctimas en las inundaciones del municipio de Pelotas, estado de Rio Grande do Sul (Brasil). | Efe - Andre Borges

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El Gobierno de Brasil enviará al Congreso un proyecto de ley que propone congelar los pagos de la deuda del estado de Rio Grande do Sul, que ha sido golpeado por inundaciones mortales causadas por lluvias récord en las últimas semanas. La devastación resultante de las históricas inundaciones en el estado ya han dejado al menos 147 muertos, han obligado a desplazarse a más de medio millón de residentes y han dañado múltiples edificios, puentes y carreteras.

Según el último balance de la Defensa Civil, las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, han causado por lo menos 147 fallecidos, 127 desaparecidos y 806 heridos. En total, hay 2,1 millones de damnificados y alrededor de 600.000 desplazados que han tenido que abandonar sus hogares por la devastadora crecida de los ríos de la región.

Las autoridades han informado de que las localidades con más riesgo son la zona metropolitana de Porto Alegre y las situadas en el sur, los valles y la sierra. Este lunes, el nivel de agua en Guaíba, en la capital, alcanzó los 4,8 metros, aunque se espera que alcance los 5,5 metros en algún momento de la semana. La situación es tal que el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, ha aplazado una visita oficial a Chile ante «la necesidad de monitorear la situación de las inundaciones en Río Grande del Sur y coordinar la asistencia a la población afectada y las tareas de reconstrucción».

Es por este motivo que once de los veinte clubes que integran la primera división del Campeonato Brasileño pidieron este lunes la suspensión del torneo hasta el 31 de mayo por las inundaciones en el sur de Brasil, que dejan por el momento decenas de ciudades anegadas. Fluminense, Internacional, Athletico Paranaense, Botafogo, Vasco da Gama, Cruzeiro, Fortaleza, Cuiabá, Atlético Goianiense, Juventude y Criciúma, miembros del bloque 'Liga Forte União', alegaron que parar la competición es una «medida humanitaria necesaria» y «justa». Así lo manifestaron estos once clubes en una solicitud enviada a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que organiza los torneos nacionales.