Laudrup, en una rueda de prensa cuando era entrenador del Getafe. | Efe

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El nuevo Mallorca empieza a cobrar forma. El club balear, que ayer se adentró de forma oficial en el curso 2010-11, ya ha alcanzado un acuerdo con Michael Laudrup para que el danés se siente en el banquillo de Son Moix las dos próximas temporadas. El fichaje, que debe recibir hoy el visto bueno de los administradores que tutelan el concurso de acreedores de la entidad, supone el primer paso al frente de Serra Ferrer y su equipo. El proyecto deportivo está en marcha y si todo sigue su curso, el de Copenhague será el encargado de arrancarlo el lunes.

Las conversaciones entre Laudrup y Serra Ferrer se iniciaron a principios de esta misma semana y se intensificaron a raíz de la llegada del pobler al puente de mando del Mallorca. En principio, el ex futbolista de Barcelona y Real Madrid no figuraba entre la lista de candidatos a dirigir al conjunto bermellón como recambio de Manzano, aunque la imposibilidad de contratar a Luis Enrique tras el ascenso a Segunda del Barcelona Atlètic permitió al danés eirigirse en el nuevo objetivo. El lunes, horas después de anunciarse públicamente el relevo en la propiedad de la SAD isleña, se reunió a manteles con Serra Ferrer y pese a que la operación amaneció envuelta entre interrogantes, todos se ha ido despejando con el paso de los días y su llegada se hará oficial en cuanto los administradores la aprueben.

Con la llegada de Michael Laudrup, el Mallorca zanja uno de los asuntos que estaba obligado a abordar con mayor urgencia. La primera plantilla bermellona regresará al trabajo la semana que viene y aunque la salida de Gregorio Manzano era un hecho desde que se cerró la persiana de la campaña (su relación con el club finalizó el miércoles) el banquillo rojinegro era el único de Primera División que no tenía inquilino.

Laudrup, que para cerrar el acuerdo ha tenido que adaptarse a las dificultades que padece el Mallorca, percibirá algo más de medio millón de euros por cada una de las dos temporadas por las que se ha comprometido, una cantidad sensiblemente inferior a la que cobraba Gregorio Manzano. Sin embargo, el nuevo y espinoso escenario sobre el que se mueve ahora el club no ha supuesto un obstáculo para la llegada del danés, que ha valorado las posibilidades deportivas de la entidad muy por encima de las económicas. La atractiva propuesta planteada por Serra y la buena relación del ex futbolista con Miquel Àngel Nadal, con el que coincidió en las filas del Barcelona durante la época del Dream Team, han hecho el resto.

Experiencia

El danés, además de aceptar las condiciones del Mallorca, reúne el perfil establecido por Serra a la hora de sumergirse en el mercado en busca de entrenadores. Es joven, sus equipos se distinguen por el gusto hacia el fútbol de toque y vive en permanente contacto con la cantera, un requisito indispensable en el nuevo decálogo mallorquinista. A sus 46 años, no cuenta todavía con una trayectoria demasiado amplia en el área técnica, pero los buenos resultados que ha cosechado en los equipos por los que ha desfilado hasta el momento y su espectacular hoja de servicios como futbolista avalan su llegada al ONO Estadi y dotarán al proyecto de un aroma especial que ha empezado a ilusionar a la hinchada antes incluso de que se conozcan sus rasgos principales.

Hasta el momento, la única experiencia de Laudrup como técnico en la Liga la desarrolló en el Coliseum Alfonso Pérez y además de conducir al Getafe a la segunda final de Copa de su historia (llegó al club madrileño en sustitución Bernd Schuster), dejó sensaciones muy agradables entre la hinchada azulona y su nombre se vinculó después a clubes de talla superior, como el Atlético de Madrid. Ahora, si los administradores dan el visto bueno, se pondrá el mono de color rojo y empezará a extender su manual en los campos de Son Bibiloni.